Por: Con información de Areandina • Colombia.com

Docente colombiana gana prestigioso premio internacional de fotografía con foto del Desierto de la Tatacoa

Con foto del Desierto de la Tatacoa, Andrea Ortiz ganó el premio en la Sony World Photography Awards 2021.

Fotografía ganadora del ‘National Award para Colombia’. Foto: Andrea Ortiz
Fotografía ganadora del ‘National Award para Colombia’. Foto: Andrea Ortiz

Con foto del Desierto de la Tatacoa, Andrea Ortiz ganó el premio en la Sony World Photography Awards 2021.

Para algunos profesionales de la fotografía, ganar un concurso es muy parecido a dejar satisfecho a un cliente, con la diferencia y el reto agregado, que no existe interacción con el cliente para hacer consultas o modificaciones, el profesional es la única persona que evalúa, acepta o modifica su trabajo.

Con la satisfacción de haber logrado un trabajo que reúne todas las condiciones para ser único, Andrea Ortiz, docente de fotografía de Areandina, fue la ganadora del ‘National Award para Colombia’ en los Sony World Photography Awards 2021 en la categoría ‘Paisajes’.

Una gran noticia para la industria artística y creativa del país, donde la docente colombiana permaneció por largas horas de la noche para capturar la esencia y el significado de una fotografía en la oscuridad en el Desierto de la Tatacoa, cerca de Villaveja en el departamento del Huila.

“Llegué el 21 de diciembre y para eso días iba a estar la llamada estrella de Belén, que es la alineación de Júpiter con Saturno. Cuando me enteré, tomé la decisión de ver el Desierto de la Tatacoa en horas de la noche y tener la oportunidad de entender la oscuridad como un proceso creativo como fotógrafa. Estuve horas de la noche contemplando el efecto astronómico y al mismo tiempo, buscando en el paisaje, una captura ideal que hiciera una relación entre cuerpo y paisaje” asegura Ortíz.

Lograr ese reconocimiento táctil sensorial del desierto, le permitió a Andrea Ortíz elegir uno de los destinos más visitados de la zona por miles de turistas nacionales y extranjeros para ser fotografiado. “Me inspiraron muchas cosas, por un lado, el desierto tiene uno de los observatorios astronómicos más importantes del país y por el otro, retratar los procesos de la flora que se dan en estos lugares como el ‘cactus cabecirojo’, que es uno de los más emblemáticos del desierto y poder explorarlo como un bosque seco tropical”.

El concurso que celebró su edición número 14, es uno de los premios más importantes del calendario mundial de fotografía, cuya participación es totalmente gratuita. Para esta versión, 330 mil fotografías fueron inscritas de las cuales, 165 mil estuvieron en la categoría “Paisajes”. En el caso de la docente Ortiz, su participación fue en la modalidad de ‘Open Competition’ en el que se participa con una sola foto.

La docente bogotana señala que, aunque la narrativa visual necesita de un entrenamiento más profundo, la mayoría de fotógrafos cree que tomar una foto de paisajes puede ser algo fácil. “Considero que la complejidad está en lograr una narrativa visual. Para mi fue más un proceso de previsualización, ya que tenía un trabajo en mente al hacer una relación entre cuerpo y flora y en este caso, quise hacer una narración entre cuerpo y paisaje”.

Andrea Ortiz cuenta con una amplia experiencia en gestión de proyectos y docencia universitaria. Fue becaria del Diplomado en foto narrativa y nuevos medios de la fundación Pedro Meyer en México y en la actualidad, se desempeña como docente de Areandina. Sus intereses creativos giran en torno a la relación de lo natural/artificial en la ciudad, el autorretrato y los procesos híbridos entre la fotografía química y fotografía digital.

“La docencia me ha llevado a reflexionar sobre mis procesos creativos y sobre los demás, esto ha sido una fuente de inspiración con los estudiantes. Me gusta la idea de crear fotografía, preferiblemente en las tardes, con el ocaso. Siento que me llevan a ese límite entre el día y la noche, ya que la noche es mágica por la luz artificial o la ausencia de luz que te reta a construir desde la ausencia. Mientras que el reto en el día está en construir desde la presencia de todos los objetos, cuadrar con la cámara lo que tienes frente a ti y esperar”, finaliza Ortíz.