El canadiense que dejó una buena vida en su país para habitar las calles de Medellín

Dejar las comodidades de un país desarrollado para ir a vivir como mendigo en las calles de Medellín no es una decisión que muchos entiendan, pero un canadiense que tenía un buen estilo de vida en su país terminó deambulando por las calles de la capital del departamento de Antioquia.

Un reconocido influencer de Medellín conocido como Stylacho se encarga de realizar una labor social al prestar servicios de barbería y peluquería a habitantes de calle, y en una de sus correrías buscando ‘clientes’ para afeitar y peluquear se encontró con la historia de Jordan, un canadiense que desde hace 4 años habita en la capital de la montaña.

El extranjero cuenta que llegó a Colombia en 2019 y al llegar a Medellín le gustó la ciudad, pero para el año siguiente se declaró la pandemia y como todos, tuvo que quedarse encerrado, pero con el paso del tiempo decidió quedarse.

Jordan cuenta que residía en la ciudad de Toronto y que tiene una madre de 85 años y una hija, además era un próspero empresario, pero estando en Medellín se dio cuenta de que la vida era mucho más barata que en su país.

El canadiense afirma que se puede dar el lujo de vivir con el dinero que le envía el administrador de su negocio, y dejo este, en el que se encontraba bastante ocupado, a deambular sin aparente preocupación por las calles de la ciudad de Medellín.

Jordan paso de vestir trajes a lucir barba y cabello crecido y desordenado, y afirma no gustar de las cosas finas, sino contar con apenas lo necesario para vivir. El canadiense considera a otros habitantes de calle de la ciudad capital de Antioquia como su familia.

"Vivo aquí y todos somos compañeros, somos como una familia. Hay mejores formas de vida, pero esta me gusta. Es mejor no tener muchas cosas finas, solo lo que necesitas para vivir", indicó el canadiense que habita en las calles de Medellín.

Jordan afirmó que recorrió diferentes países de Suramérica como Brasil, Chile, Ecuador y Perú, pero decidió instalarse en Colombia, y en Medellín, se engancho al mundo de las drogas y no piensa regresar a su país, en el que tiene una hija que encomendó a su madre para su cuidado.

Aunque muchos conocedores de la historia de Jordan han pedido que se contacte a autoridades canadienses para que lo ayuden a regresar, el extranjero dice que refiere que darse en Medellín porque allí vive tranquilo y, además, como un rey.