Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Hablar mal de la expareja delante de los hijos puede convertirse en maltrato infantil

Hablar mal de la expareja delante de los hijos puede convertirse en un problema. La Corte Suprema de Justicia considera esto como maltrato infantil y violencia de género.

Los padres que hablan mal del otro progenitor a sus hijos están afectando su desarrollo integral. Foto: Pixabay
Los padres que hablan mal del otro progenitor a sus hijos están afectando su desarrollo integral. Foto: Pixabay

Hablar mal de la expareja delante de los hijos puede convertirse en un problema. La Corte Suprema de Justicia considera esto como maltrato infantil y violencia de género.

Los efectos psicológicos negativos que tiene el hecho de que un padre o una madre hablen mal a sus hijos sobre su otro progenitor repercute notoriamente en su desarrollo integral, esta advertencia fue hecha por la Corte Suprema de Justicia en donde llama la atención de quienes se encuentran realizando esta práctica.

En muchos casos la mala relación entre los padres separados hace que uno de ellos, o incluso los dos, se refieran mal de sus exparejas frente a sus hijos, aprovechando la confianza existente y haciendo uso indebido del rol parental.

Hablar mal a un niño de su padre o de su madre, desdibuja la imagen positiva que pueda tener sobre ellos y en su lugar “construye y refuerza una impresión negativa de este, en particular, el  desempeño de su rol paterno o materno”, concluye el fallo del tribunal.

Esta equivocada práctica de hablar mal de la expareja se presenta especialmente en casos como la custodia de los hijos y según la Corte Suprema de Justicia “Constituye un tipo de maltrato psicológico hacia los niños, niñas y adolescentes que, desde luego, desborda el libre ejercicio de la responsabilidad parental y devela un total desinterés del padre agresor por el bienestar integral del menor afectado; pero también representa una forma específica de violencia de género”.

El magistrado Luis Armando Tolosa Villabona considera que forzosamente se debe contar con la opinión del menor involucrado porque con esta se puede valorar el tipo de presión que alguno de los padres ejerce sobre sus hijos.

La Corte Suprema de Justicia afirmó que se tendría que realizar “un examen detenido y razonado de sus manifestaciones, en conjunto con los demás medios probatorios recopilados, en particular, la valoración desde el área de la psicología, y la declaración de los progenitores, con plena observancia de su debido proceso”.

El ente también dijo que los comportamientos manipuladores de los padres a los hijos son un tipo de violencia de género, en donde no solo la víctima es el menor, sino la expareja afectada por los malos comentarios.