Hay más de 4.700 personas confinadas por choques armados en el noroeste colombiano

La Defensoría del Pueblo de Colombia alertó este lunes a través de un comunicado que 4.741 personas, en su mayoría indígenas, del municipio del Alto Baudó, en el departamento del Chocó (noroeste), están confinadas o desplazadas debido a enfrentamientos entre grupos armados al margen de la ley.

"La comunidad está sin alimentación, sin recursos y confinadas en el resguardo, y otras personas en desplazamiento", fueron las palabras del defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Camargo, citado en un comunicado de su despacho. 

Los enfrentamientos entre grupos armados ocurren desde el pasado viernes, 19 de febrero, y según la Defensoría las familias confinadas "pertenecen a la comunidad indígena moamía". Debido a la situación, la Defensoría ha solicitado a las autoridades activar la ruta de protección, atención y prevención para las comunidades.

Además, la institución del Estado también inició una misión de verificación a la zona para monitorear la evolución de lo que llamó "calamidad pública" y recordó que desde septiembre de 2019 emitió una alerta temprana en la que se alertó sobre "el elevado riesgo para la población civil debido a la disputa territorial" entre el ELN y al parecer la banda criminal el Clan del Golfo. 

Por su lado, la Procuraduría colombiana ha exhortado a las autoridades del orden nacional y territorial para que se tomen las acciones pertinentes para garantizar la vida e integridad de estos pueblos étnicos y se garantice la ayuda humanitaria a las familias desplazadas y confinadas.

“En ejercicio de la función preventiva, la Procuraduría General de la Nación ha exhortado a las autoridades del orden nacional y territorial para que se tomen las acciones pertinentes para garantizar la vida e integridad de estos pueblos étnicos y se garantice la ayuda humanitaria a las familias desplazadas y confinadas”, explica la Procuraduría en un boletín de prensa.

Entre tanto, el alcalde del Alto Baudó, Ulises Palacios, declaró la calamidad pública por la gravedad de la situación y aseguró a medios locales que "son comunidades muy vulnerables, con mucha pobreza", por lo que las autoridades deben hacer presencia "dando la primera respuesta".  "Esperamos que también lo hagan la Gobernación de Chocó y la Unidad Nacional de Víctimas", agregó Palacios. 

El selvático y lluvioso departamento del Chocó, fronterizo con Panamá, ha sido a lo largo del tiempo escenario de enfrentamientos en los que grupos armados como la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias de las FARC, el Clan del Golfo y otros grupos de narcotraficantes se disputan la zona.  Estos grupos quieren dominar el territorio porque tiene salida tanto al Pacífico como al Caribe, por donde pueden enviar cargamentos de cocaína al exterior.