¿Hay Tsunamis luego de que se produce un movimiento sísmico en el océano?

Los movimientos telúricos que se han producido en las últimas horas en Colombia han generado mucha inquietud y temor entre la población ante la posible generación de un sismo que pueda ocasionar graves afectaciones.

A pesar de que la actividad sísmica en Colombia es permanente, los temblores que se produjeron en el Mar Caribe, muy cerca de las costas antioqueñas y chocoanas, han hecho que muchos se pregunten si existe la posibilidad de un tsunami.

Luego de los anteriores eventos, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, anunció que no existía alerta de Tsunami y muchos nos preguntamos sobre cuáles son los aspectos que determinan que haya o no riesgo de este fenómeno después de que se presente un movimiento telúrico.

Los temblores de la noche del miércoles y la madrugada del jueves fueron tan fuertes que se sintieron en 18 departamentos del país ubicados en las costas Atlántica, Pacífica y la región Andina, esto debido a que fueron de poca profundidad (menos de 30 kilómetros) lo cual hace que se perciban más fácilmente.

El epicentro de los movimientos telúricos se ubicó en el Mar Caribe en la zona cercana al golfo de Urabá a 41 kilómetros de la población de Acandí en el departamento del Chocó en límites con Panamá, lo que elevó una alarma ante un posible Tsunami que fue descartada por las autoridades.

Vigilancia satelital

La Dirección General Marítima y Portuaria de Colombia, Armada Nacional, adscrita al Ministerio de Defensa, explica que los Tsunamis, palabra japonesa que significa ‘ola de puerto’, se producen por grandes sismos localizados en la costa o en el fondo marino, un deslizamiento de tierras o una erupción volcánica.

La posibilidad de que ocurra un Tsunami luego de un movimiento telúrico es para la Nasa una suma de factores que involucran la forma del fondo oceánico, la distancia y la dirección de un terremoto y para vigilarlo y poder determinar el riesgo de que se produzcan se hace uso de los satélites.

La Nasa y organismos en Colombia de prevención de desastres como el Sistema Nacional de Detección y Alerta por Tsunami (SNDAT) y los guardacostas de los Estados Unidos proveen la información necesaria para decidir la ocurrencia de un tsunami y las acciones de prevención y evacuación mediante la observación desde diferentes puntos del océano con cámaras que pueden ver la luz del sol reflejarse en las olas y así se puede medir que tan fuertes son.

Los monitoreos sobre el mar son permanentes y se toman de manera cuidadosa después de un sismo porque debido al comportamiento de las aguas se puede dar un aviso a tiempo y realizar las diferentes acciones de evacuación, debido a que un evento de gran magnitud genera suficiente energía para producir oleajes muy fuertes que afecten las zonas costeras.