Por: Stephanny Pinzón • Colombia.com

Mauricio Lizcano, director del DAPRE, es señalado de acoso: “Si quiere el trabajo, esta es la manera”

La denuncia la hace una mujer que señala a Mauricio Lizcano de haberla acosado sexualmente cuando él era senador en el año 2016.

Foto tomada de redes sociales. Foto: Twitter @MauricioLizcano
Foto tomada de redes sociales. Foto: Twitter @MauricioLizcano

La denuncia la hace una mujer que señala a Mauricio Lizcano de haberla acosado sexualmente cuando él era senador en el año 2016.

A principio del mes de enero de este 2023, el excongresista Gustavo Bolívar denunció una red de trata de personas en el Congreso. En entrevista con Semana, dijo que tenía en sus manos cuatro denuncias de presuntas víctimas, las cuales recibió a través de su secretaria, quien le dijo en su momento que algunas mujeres querían hablar con él.

Para poderlas esclavizar sexualmente, les hacían contratos de dos o tres meses. Es más fácil para que vuelvan a estar con ellos que si los contratos se los hacen por un año “, señaló Bolívar al referirse a los parlamentarios que, al parecer, ofrecían puestos a cambio de “favores sexuales”, lo cual es una muestra de la presunta explotación que sufrieron las víctimas. 

Así las cosas, tres semanas después, la periodista Vanessa de la Torre publicó una columna en el diario El País al que tituló “Si quiere el trabajo, esta es la manera”. El protagonista de este texto es Mauricio Lizcano, actual secretario de la presidencia de Colombia.

De acuerdo con la denuncia de la periodista, una mujer que hoy ya es madre y tiene 28 años, recuerda con desprecio lo que fue la tarde de un día en el año 2016, cuando Mauricio Lizcano era Senador de la República y ella buscaba llegar al legislativo.

Para ese año, la víctima denuncia que tenía 21 años y que acababa de culminar sus estudios universitarios, razón por la cual buscó ser parte de la Unidad de Trabajo Legislativo de un político influyente, sin embargo, su sueño se vio empañado con una situación que le dejó muchos dolores y miedos. 

Conforme a lo expuesto por la periodista, la joven mujer tuvo la posibilidad de trabajar en el Ministerio de Justicia, ya que había enviado su hoja de vida a través de un conocido que intentó ayudarla, pero el trabajo no salió. “Entonces, siempre según su relato, le contaron que en la oficina del senador Lizcano estaban buscando a alguien. Envió la hoja de vida y la llamaron para una entrevista”, dice De La Torre.

En medio de su búsqueda de trabajo, ese día llegó al Capitolio lo más temprano posible y “pasó las que describe como horas eternas hasta que el senador se desocupó. Nerviosa, inexperta e ilusionada, lo esperó ansiosa”, señala el texto. 

“Cuando llegó recuerda que le dijo: “Mucho gusto, gracias por la oportunidad”. Entonces suspira. Narra que lo primero que le llamó la atención fue que el senador le ofreciera whisky. Sacó una botella, se sirvió un trago y le sirvió uno a ella también ¿Alcohol para una entrevista de trabajo? Le pareció extraño. Se negó, relata, y se limitó a contestar las preguntas que le hizo el senador”, describe la periodista.

La incomodidad de ella fue evidente, sin embargo, dice que Lizcano no se detuvo, pasó de los whiskies a frases tipo “cómo es de joven y de bonita”, momento en el que se le acercó e intentó besarla. 

“Relata que se escabulló como pudo y llegaron a un desagradable forcejeo en el que él, más grueso que ella, tenía todo el poder. Ella se negó: “no, no, por favor”. Según el relato de ella, lo intentó alejar con todas sus fuerzas y, entonces él soltó la frase que ella no olvida: “si quiere el trabajo, esta es la manera”, dice De la Torre. 

Según la víctima, lo que sería su trabajo en sueño, se convirtió en la entrevista más horrible, pues mientras ella seguía negándose, él se detuvo y con soberbia se acercó a la puerta y le dijo “si no quiere el trabajo, entonces váyase”. Ella se fue. Jamás volvió.

Finalmente, dice que posteriormente recibió varias llamadas en las que se le informó que su proceso para obtener el trabajo no había terminado, pero entonces ella decidió “cerrar el capítulo” y empezar a tocar otras puertas, mientras Lizcano, a su vez, seguía escalando en las ramas del poder.