Mercenarios colombianos, una fuerza muy apetecida en el extranjero
Los exmilitares colombianos, bien entrenados y con experiencia en combate, además de resultar mano de obra barata, son apetecidos en conflictos internos a lo largo del mundo.
Los exmilitares colombianos, bien entrenados y con experiencia en combate, además de resultar mano de obra barata, son apetecidos en conflictos internos a lo largo del mundo.
Con motivo de la captura de un grupo de exmilitares colombianos sindicados de integrar un comando que perpetró un ataque en la residencia del presidente haitiano, que terminó con su muerte, vuelve al tapete de la discusión un fenómeno que con los años ha ido creciendo y que hoy, con los sucesos de Haití, es noticia.
El caso de los militares colombianos que prestaban sus servicios en Haití no resulta algo inédito, por el contrario, es bien sabido que, en el extranjero, los mercenarios colombianos gozan de reputación y sus oficios son demandados.
La presencia de mercenarios colombianos en diferentes conflictos internacionales ha crecido en los últimos 10 años y es común que varios uniformados decidan solicitar la baja de la fuerza para ofrecer sus servicios al mejor postor, con el beneficio de experiencia y en ocasiones, retribuciones económicas menores que uniformados de otras nacionalidades.
Empresas de seguridad privadas en el extranjero hacen uso de los servicios de exmilitares colombianos y han tenido presencia en Yemen, Afganistán, Libia, Irak y también en la lucha contra el Estado Islámico EI.
No todos los exmilitares colombianos han solicitado la baja de la Fuerza, también existen quienes han sido expulsados de ella y de acuerdo con el Centro para el Uso Democrático de las Fuerzas Armadas, una organización internacional dedicada al estudio de la seguridad global, la caída de la guerra fría disparó la presencia de mercenarios en diferentes guerras en el mundo, pero también en conflictos internos en los que los gobiernos no quieren verse directamente implicados.
¿Cómo los colombianos se convirtieron en mercenarios?
Con la implementación del Plan Colombia a comienzos del siglo XXI, empresas extranjeras de seguridad, inteligencia, contrainteligencia, antiterrorismo y lucha antidrogas, entre otras, llegaron al país con el fin de entrenar a soldados y policías del país, y luego del ataque de las Torres Gemelas en el año 2001, Estados Unidos requería personal para vigilancia y diferentes trabajos en el extranjero, en especial en Afganistán e Irak, pero contratar estadounidenses resultaba costoso, por eso, qué mejor que mercenarios colombianos.
Los colombianos resultaban más baratos, además contaban con entrenamiento norteamericano y además tenían experiencia en combate, un asunto en el que se destacaban entre muchos efectivos de otras nacionalidades, todo a cuenta del conflicto interno vivido en Colombia por medio siglo.
Efectivos colombianos han hecho parte de operaciones en África y Centroamérica, y en el año 2015, los Emiratos Árabes Unidos decidieron ampliar su fuerza ofreciendo ciudadanía y buena paga a exmilitares colombianos, que, motivados por este incentivo decidieron viajar, algunos con sus familias.
No todos los colombianos en el extranjero son mercenarios, muchos de ellos son contratistas que prestan servicios de vigilancia y apoyo, y aunque no se considera totalmente ilegal esta operación, los vacíos legales en diferentes países las mantienen operando.