Por: Luisa Soriano • Colombia.com

En vista de tanta inseguridad en la capital y falta de policías han decidido proteger a los ciudadanos

Así como los moteros, también ya existen otros grupos ciudadanos, como “redes de taxistas” o frentes de seguridad, que son personas que mantienen informada a la Policía sobre la seguridad de sus barrios.

Estos motociclistas utilizan su tiempo libre para adentrarse en las zonas más peligrosas de la capital. Foto: Redes Sociales
Estos motociclistas utilizan su tiempo libre para adentrarse en las zonas más peligrosas de la capital. Foto: Redes Sociales

Así como los moteros, también ya existen otros grupos ciudadanos, como “redes de taxistas” o frentes de seguridad, que son personas que mantienen informada a la Policía sobre la seguridad de sus barrios.

La inseguridad en la capital está desbordada y esto ha llevado a que muchos ciudadanos decidan tomar la justicia por sus propias manos o en otros casos conformar grupos contra la delincuencia y el crimen organizado.

Y este es el caso de alrededor de 3.500 moteros, entre los que se encuentran conductores de ambulancia, investigadores privados, mensajeros o personal de enseñanza, los cuales colaboran con la Policía en brigadas de seguridad para combatir la creciente inseguridad.

Hacen el servicio como voluntarios, sin turnos fijos, utilizando su tiempo libre para adentrarse en las zonas más peligrosas de Bogotá con el objetivo de reportar sobre delitos o cualquier situación. Lo llevan a cabo en medio de las actividades diarias que hacen, ya sea mientras están en las compras semanales, o en su camino de vuelta a casa, se encuentran atentos a los reportes de la Policía u otras redes de apoyo para activarse y perseguir hurtos, agresiones y delitos en general a cualquier hora del día.

Esta red también se ha apoyado en el GPS de los vehículos y cuando una víctima reporta el hurto, los motoristas, además de avisar a la Policía, encienden la sirena que hay en sus motos y se visten con chalecos antibalas, los cuales han sido comprados por ellos mismos, para ir detrás del ladrón pasando hasta el semáforo en rojo de ser necesario, con tal de lograr alcanzar a los ladrones.

Algunos que trabajan como escoltas, llevan incluso armas, lo cual ha generado aprobación en unos y crítica de parte de otros, que comentan que la seguridad debería correr a cargo del Estado.

No obstante, esta tarea de perseguir al ladrón y cargar con armas solo la pueden llevar a cabo los motoristas de mayor experiencia, ya que la mayoría solo cumplen con la finalidad de informar.

Estos motociclistas actúan en colaboración con la policía, pues no pueden usar la fuerza ni intervenir en los casos, además la directora de Convivencia y Diálogo Social de la Alcaldía de Bogotá, Carolina Orozco afirmó que, "las localidades de Suba, Ciudad Bolívar, Usme, Kennedy y Bosa son las priorizadas por ellos porque es donde se presentan más hurtos"

Y es que los bogotanos, conscientes de la falta de efectivos policiales en la capital, deciden avisar primero a los motoristas, que reaccionan con mayor rapidez, según afirmaciones de los ciudadanos.

La jefa de la red de moteros de Bogotá, quien por temas de seguridad oculta su nombre, afirma que, "los policías no actúan tan rápido. A mí me pasó protegiendo a una mujer de un acompañante que nos quería golpear con un cuchillo y me quedé una hora esperando a la Policía. Hay localidades que presentan más situaciones que otras y donde la zona está tranquila llegan más rápido. Si hay varias riñas en el momento tienen que dar prioridad a otras cosas".

En otro tema donde los ciudadanos se han visto beneficiados por el grupo motero, es en casos donde una moto robada abandone Bogotá y llegue a una ciudad cercana como Soacha, las autoridades no pueden continuar el rastreo fuera de la capital por temas de jurisdicción, algo que sí pueden hacer los moteros.

Y para el tema de las mujeres, se ha creado una red, que busca proteger a las que se han visto vulnerables en las calles, además de tratar de ayudar en casos de violencia intrafamiliar, brindando apoyo y estrategias como presentarse en lugares oscuros a altas horas de la noche en la que puede ser violentada una mujer.