Por: Christopher Ramírez (@otrocachaco) • Colombia.com

Opinión: Orgullo colombiano

¿Qué es lo que artistas y deportistas deben agradecer a los colombianos cuando ni siquiera el mismo Gobierno se preocupa por el impulso de sus carreras?

Juan Pablo Montoya ha sido uno de los mejores deportistas colombianos. Foto: Twitter / @Franscarvaci
Juan Pablo Montoya ha sido uno de los mejores deportistas colombianos. Foto: Twitter / @Franscarvaci

¿Qué es lo que artistas y deportistas deben agradecer a los colombianos cuando ni siquiera el mismo Gobierno se preocupa por el impulso de sus carreras?

Las ideas y opiniones expresadas en esta publicación son las del autor y no necesariamente reflejan la opinión ni posición de Colombia.com

¿No les ha pasado que, como colombianos, viven orgullosos de su país, pero no de su gente? No quiero decir con esto que odie a mis compatriotas ni mucho menos. Soy consciente de que el colombiano es un ser pujante, echao’ pa’lante y lleno de grandes cualidades que lo convierten en un ser humano admirado en otros países y regiones del mundo.

Sin embargo, no puedo intentar tapar el sol con un solo dedo y negarme a mí mismo que son muchos los “parásitos” que quieren vivir un falso orgullo patrio bajo los triunfos de los demás, y que cuando los colombianos admirables se sienten ajenos a los colores de la bandera, son estos los primeros en clavar sus aguijones para intentar convertirlos en algo que no son: despojos humanos que deben rendir pleitesía a un público que simplemente no los merece.

Hace dos semanas, Juan Pablo Montoya se montó nuevamente en su carro y corrió en las 24 horas de Daytona, logrando un buen cuarto lugar en esta famosa competencia automovilística. Para nadie es un secreto que Montoya es el mejor piloto que ha dado este país, pero son pocos, como él mismo lo ha mencionado, que se atreven a decir que los colombianos han dado poco o nada para estar donde él está hoy.

Entonces, ¿por qué el nombre de Juan Pablo Montoya giraba tanto en redes sociales debido al debate de si él se sentía colombiano o no?

Desde que soy niño he escuchado que Montoya es un “ápatrida” y “un desagradecido con Colombia”, fama que se ganó después de decir, en una entrevista con El Espectador, que se sentía orgulloso de ser colombiano, pero que él no corría precisamente por Colombia.

Mi pregunta es: ¿por qué los colombianos creen que Montoya tiene la responsabilidad de correr en representación a nuestro país? ¿Qué le han dado los colombianos a este deportista como para pensar que él le debe algo a ellos?

Ahora bien, este no es el único caso ni la única rama que los colombianos “exitosos” han criticado. Personajes de gran calibre como Gabriel García Márquez y Shakira también han sido vapuleados por sus compatriotas debido al supuesto desprecio que estos habrían mostrado por el suelo que los vio nacer.

Solo cabe recordar que sectores como la Cultura (con 507 mil millones de pesos) y el Deporte (con 739 mil millones) son unos de los que menos “tajada” reciben del presupuesto general de la nación para el 2021. Entonces, ¿qué es lo que artistas y deportistas deben agradecer cuando ni siquiera el mismo Gobierno se preocupa por el impulso de sus carreras?

Es hora de recapacitar y dejar de creernos divas. Los colombianos reconocidos en el exterior se han forjado a pulso. Si no fuera por su esfuerzo, sacrificio y verraquera, sus sueños se hubieran quedado solo en eso. Ni usted ni yo hemos invertido un peso en el crecimiento profesional de cada uno de ellos, entonces, ¿qué es lo que nos hace pensar que tenemos el derecho de criticar sus caídas y exigir que lleven el país en el pecho cuando alcanzan triunfos?

Agradezcamos que ‘cracks’ como Juan Fernando Quintero o Rigoberto Urán muestran con orgullo la bandera de Colombia cada vez que tienen la oportunidad de hacerlo, después de todo, es más lo que los colombianos le hemos quitado que lo que le hemos podido dar.

Montoya alguna vez dijo que “los colombianos se sienten apoderados de la persona y creen que esa persona les debe a ellos y eso no es así”. Amén, Juan Pablo. Amén.