A prisión funcionarios del Inpec por presunta tortura a reclusos durante motín en La Modelo en 2020

Por petición de la Fiscalía, un juez de control de garantías dictó medida privativa de la libertad contra tres dragoneantes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), por infringir lesiones y torturas a detenidos durante y después del motín que se produjo en la cárcel La Modelo de Bogotá en marzo de 2020, en el cual murieron 24 reclusos y más de 100 personas resultaron heridas.

De acuerdo al ente acusador, los uniformados presuntamente agredieron y torturaron a por los menos cuatro reclusos en medio de la protesta en ese penal, el pasado 21 de marzo de 2020.

"El material probatorio da cuenta de que los funcionarios habrían golpeado, desnudado e incluso herido con arma blanca a detenidos que ya se encontraban en estado de indefensión y cuando aparentemente la situación ya había sido controlada dentro de las celdas", aseguró este sábado la Fiscalía en su comunicado.

Así mismo, el material probatorio daría cuenta de que los funcionarios del INPEC también desatendieron las necesidades de atención médica de alguno de los heridos con arma de fuego que, aparentemente, fueron encerrados en celdas de aislamiento, según el relato de la Fiscalía.

Los funcionarios del Inpec señalados de estos hechos son Julián Alberto Piñeros Gómez, quien fue capturado en las instalaciones de la cárcel; así como Víctor Alfonso Cervera Piratoba y Yeferson Favián Hueso Escárraga.

Por dichas razones y dada su función de servicio público, a los procesados se les imputa el delito de tortura agravada y el juez decretó medida de aseguramiento en centro carcelario para Piñeros Gómez, mientras Cervera Piratoba y Hueso Escárraga deberán acatar la medida desde su domicilio.

El motín del 21 de marzo de 2020, organizado supuestamente para exigir mayor protección contra la covid-19, quedó registrado como la peor matanza de presos recordada en el país dejando 24 reclusos muertos y un centenar de heridos.

Investigaciones periodísticas revelaron después que todos los fallecidos, menos uno, presentaban disparos de fusil cuando estaban en estado de indefensión, por lo que probablemente fueron masacrados y se demostró un exceso de fuerza de los guardias.

Además del motín en La Modelo, esa noche hubo revueltas en cerca de diez cárceles colombianas, entre ellas las de La Picota y el Buen Pastor, de Bogotá, esta última de mujeres; así como en las de Cómbita, en el departamento de Boyacá; Picaleña (Ibagué); Jamundí (Valle del Cauca), y Pedregal y Bellavista, en Antioquia.