Los riesgos de Bogotá ante un sismo como el de México

La amenaza de un terremoto en Bogotá siempre ha estado latente, sobre todo porque Colombia, al igual que China, Japón, Chile, México, está sobre el llamado cinturón de fuego, condición que nos hace proclives a una falla geológica similar a la de México. Sin embargo, teniendo en cuenta las advertencias y los simulacros, ¿está Bogotá preparada una emergencia de estas proporciones?

En un debate de control político realizado el pasado 24 de enero, el concejal de Bogotá, Celio Nieves Herrera, del Polo Democrático Alternativo, se concluyó que Bogotá no está en la capacidad de activar un plan de acción ante una catástrofe que ponga en riesgo a los capitalinos.

En su historial de los últimos 100 años, en Bogotá se han presentado dos movimientos sísmicos de consideración. El primero ocurrió el 31 de agosto de 1917 y el segundo el 9 de febrero de 1987, los dos dejando daños materiales de grandes proporciones.

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De acuerdo con el informe presentado por el concejal Nieves Herrera y basado en información del Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático, Idiger, cerca del 46 % de las construcciones del Distrito resultarían afectadas, tanto así que se deberían demoler.

La edificaciones que más se afectarían en las localidades: Chapinero (43%), Usaquén y Fontibón (42%), Santa Fe y San Cristóbal (38%); Barrios Unidos, Tunjuelito y Rafael Uribe Uribe (33%), La Candelaria (32%), Suba y Ciudad Bolívar: 31% y Bosa 30%. 

Además de que no se podría brindar asistencia humanitaria de emergencia. El riesgo incrementa si se tiene en cuenta que el Código de Construcción (Acuerdo 20 de 1995) está desactualizado y no define responsabilidad. Bogotá no tiene procesos que permitan ejercer control y vigilancia a la calidad y estabilidad de las construcciones.

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