El Gobierno busca votos y evita funerales: la reforma a la salud vuelve al ruedo
El Gobierno de Gustavo Petro insiste en sacar adelante la reforma a la salud en el Congreso, en medio de crecientes tensiones políticas

El Gobierno de Gustavo Petro insiste en sacar adelante la reforma a la salud en el Congreso, en medio de crecientes tensiones políticas
El Gobierno del presidente Gustavo Petro sigue insistiendo en la reforma a la salud, su apuesta más insistente y, al mismo tiempo, la más resistida por el Congreso. Pese a los repetidos tropiezos, la Casa de Nariño insiste en mantener con vida el proyecto que ha marcado buena parte del debate político en Colombia. Su estrategia actual apunta a tender puentes con los senadores de la Comisión Séptima del Senado, la encargada de discutir el texto en su tercer debate, con la esperanza de que no se repita el hundimiento ocurrido en abril de 2024.
Aunque cabe mencionar que el presidente se negó a estar detrás de nuevas reuniones, los congresistas recibieron una invitación de la directora del Dapre, Angie Rodríguez, para participar en “un espacio de diálogo con el presidente Gustavo Petro sobre el trámite del proyecto de ley de reforma a la salud”. Sin embargo, varios legisladores anunciaron que no asistirían, lo que desde ya complica las cuentas del Ejecutivo para salvar la iniciativa.
El Partido Conservador fue el primero en rechazar la convocatoria, reiterando su postura en contra del proyecto. En sus redes sociales, la colectividad señaló que continuará “dando el debate con argumentos sobre la inconveniencia de la reforma a la salud, que solo agrava la situación del sistema y pone en riesgo el presupuesto nacional sin una fuente clara de financiación”. A esa posición se sumaron los senadores del Centro Democrático Honorio Henríquez y Alirio Barrera, así como el liberal Miguel Ángel Pinto.
El panorama recuerda al de hace un año, cuando esa misma comisión archivó la propuesta. Nueve senadores votaron en contra, frustrando temporalmente uno de los pilares del Gobierno Petro. Pero ahora el Ejecutivo no descarta nuevas salidas. El ministro del Interior, Armando Benedetti, le dijo al medio El Colombiano que evalúan incluso una consulta popular para que sean los ciudadanos de Colombia quienes decidan el futuro del proyecto.
El mandatario, por su parte, insiste en que el Congreso ha sido incapaz de avanzar en reformas estructurales. Mediante su cuenta de X afirmó que “las mayorías ya demostraron lo que son” y que, si no hay avances, “la oportunidad será del poder constituyente”. Con ello volvió a insinuar la posibilidad de llevar la discusión a las urnas.
En este escenario, el Gobierno confía en una ponencia oficialista respaldada por senadores del Pacto Histórico, la Alianza Verde y Comunes. No obstante, la oposición promueve una ponencia de archivo, mientras que sectores intermedios como La U, MIRA y Colombia Justa Libres buscan un punto medio. En total, siete votos definirán el rumbo del debate.
Lo cierto es que, en medio de tensiones políticas y cálculos fiscales, la reforma a la salud sigue siendo uno de los temas más divisivos en el Congreso y en toda Colombia, donde el Gobierno se juega parte de su legado político.