Política

Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Gustavo Petro venció en las urnas a Rodolfo Hernández y es el nuevo presidente de Colombia

El candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, fue elegido presidente de Colombia, derrotando al candidato Rodolfo Hernández y se convirtió en el primer presidente progresista de la nación.

Actualización
Gustavo Petro Urrego, economista de 62 años, es el nuevo presidente de la República de Colombia. Foto: Youtube
Gustavo Petro Urrego, economista de 62 años, es el nuevo presidente de la República de Colombia. Foto: Youtube

El candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, fue elegido presidente de Colombia, derrotando al candidato Rodolfo Hernández y se convirtió en el primer presidente progresista de la nación.

Colombia eligió a su nuevo presidente y por primera vez tendrá a un mandatario progresista, Gustavo Petro será el mandatario de los colombianos para el periodo 2022-2026 luego de derrotar en las urnas al candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, Rodolfo Hernández, con quien sostuvo una agresiva contienda previa.

La tercera fue la vencida, así se puede resumir el deseo del candidato de la Coalición Pacto Histórico de llegar a la Casa de Nariño como mandatario, una intención que se frustró en 2010 y 2018, pero que hoy se ve finalmente cristalizada y desde el 7 de agosto será el hombre que rija los destinos de la República de Colombia.

Gustavo Petro ha tenido una polémica carrera, el presidente electo nació hace 62 años en Ciénaga de Oro, departamento de Córdoba, y desde muy niño se radicó junto a su familia en la población de Zipaquirá.

Siendo un adolescente se interesó por las ideas de izquierda y finalizando el bachillerato ingresó a las filas del M-19, el grupo guerrillero de gran influencia en las décadas de los años setenta y ochenta.

Gustavo Petro fue encarcelado por el delito de porte ilegal de armas y conspiración, y se le llegó a culpar de haber participado en la Toma del Palacio de Justicia entre el 6 y el 7 de noviembre de 1985, pero para esos días él se encontraba en prisión, la cual abandonó gracias a un indulto del presidente Belisario Betancur.

Gustavo Petro acompañó el proceso de paz del M-19 con el gobierno de Virgilio Barco Vargas e inició su carrera política como Representante a la Cámara y desde el 2006 como Senador de la República.

Gustavo Petro fue elegido Alcalde Mayor de la ciudad de Bogotá en 2011 para el periodo 2012-2015, pero fue destituido en 2013 por la Procuraduría General de la Nación por haber afectado la salud pública por la crisis de las basuras en diciembre de 2012,

El destituido alcalde interpuso recursos legales ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca y ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y logró que se determinara que su destitución fue irregular y se le pagaron los salarios que dejó de percibir.

En el 2018 participó de las elecciones y fue derrotado en segunda vuelta por Iván Duque Márquez, en una contienda en la que se le acusó de castrochavista y de querer convertir a Colombia en una Venezuela.

En la contienda de 2022, Gustavo Petro fue el primero en la mayoría de las encuestas y sus principales propuestas, algunas polémicas, tienen que ver con una transición de energías fósiles a limpias, reduciendo gradualmente la explotación petrolera.

Petro tiene el reto de una acertada política pensional que permita mayor cobertura y propone la unificación del Sistema General de Pensiones planteando un sistema de pilares.

El nuevo presidente espera cobrar impuestos a los más ricos, aumentar el valor de los bonos sociales y de aumentar su cobertura, eliminar el hambre, reducir la pobreza y también el de incentivar la producción agropecuaria y de activar las tierras improductivas.

Gustavo Petro propone una ambiciosa política de inclusión social, reivindicación de las mujeres, desmonte del Esmad y la protección ambiental.

El primer presidente progresista de la nación ha ratificado su respeto por las leyes, las Fuerzas Armadas y la Constitución, por eso sus contradictores se muestran inquietos por saber si realizará expropiaciones y si se prolongará en el poder, a pesar de que él haya dicho que no realizará ninguna de estas acciones.