La diagnosticaron con deficiencia de vitamina D, pero en realidad tenía grave enfermedad
La joven de 19 años no recibió un diagnóstico oportuno. Su madre relató la historia completa.
La joven de 19 años no recibió un diagnóstico oportuno. Su madre relató la historia completa.
Los diagnósticos tardíos son una de las causas de muerte más comunes alrededor del mundo, muchas veces por negligencia y otras por falta de herramientas para un adecuado manejo y detección de las enfermedades.
En fechas recientes se dio a conocer la impactante historia de una joven de 19 años que falleció tras ser diagnosticada con deficiencia de vitamina D y deshidratación cuando en realidad padecía una grave enfermedad.
Se trata de Elle Watts, quien comenzó a presentar problemas de salud antes de los 18 años. Según el relato de su madre, Catherine O'Connor, en entrevista para diferentes medios, sus síntomas iniciaron en agosto de 2021.
Por aquella época, la mujer se encontraba en los preparativos de su boda. Un día, cuando salió con Ellie para una prueba del vestido de dama de honor, observó cómo su hija comenzó a sentir muchos mareos y a sudar en exceso.
De acuerdo con su testimonio, su hija estaba tan débil que ni siquiera podía mantenerse en pie. “Estábamos en una prueba de su vestido de dama de honor color rosa ruborizado antes de mi boda con mi entonces prometido, Chris. Empezó a sentirse mareada y noté una gota de sudor en su labio superior, estaba un poco inestable sobre sus pies y casi se tambaleaba, pero pensé que era simplemente porque había estado de pie durante demasiado tiempo”, comentó.
Mal diagnóstico
Luego de la boda, Catherine tuvo que llevar a su hija al médico por primera vez, ya que los síntomas continuaron; sin embargo, los análisis de sangre salieron bien y los médicos la enviaron a casa sin ningún diagnóstico.
Con el tiempo, los síntomas fueron empeorando. En 2022 regresaron al médico y los especialistas le indicaron a Ellie que tenía una deficiencia de vitamina D y que estaba deshidratada. En ese momento le recetaron antihistamínicos para aliviar sus mareos y le recomendaron beber más agua.
Aunque los medicamentos funcionaron por un tiempo, al cabo de unos meses los síntomas regresaron mucho más fuertes. “Ellie me dijo que había tenido un par de dolores de cabeza, aunque sospecho que probablemente había tenido más. También vi que a veces volvía a tener esa misma pequeña gota de sudor en el labio superior”, señaló Catherine.
Luego de un año de malestares, Ellie pudo asistir a una cita con un médico particular que le hizo una resonancia magnética, la cual arrojó que padecía un astrocitoma de grado 1 en la parte superior del cerebro e hidrocefalia, provocada por el tumor.
“Cuando nos dieron el diagnóstico, rompí a llorar, pero mi querida Ellie se mantuvo muy tranquila; estaba mucho más preocupada por consolarme que por ella misma. Eso era tan típico de ella”, detalló la madre.
La joven tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para extraerle el tumor; sin embargo, debido a su posición año fue posible retirarlo del todo. Un año más tarde, la joven regresó al quirófano, pero sufrió un paro cardíaco durante la operación.
“Dos días después de la cirugía, nos dijeron que no había perspectivas realistas de recuperación. Tuvimos que tomar la desgarradora decisión de apagar el soporte vital de nuestra hija”, concluyó Catherine.