NACIMIENTO DEL SOL Y LA LUNA

Ciudad Perdida - Colombia

Ciudad Perdida - Sierra Nevada de Santa Marta - Shutterstock

EL COMPLEMENTO DE LA CREACIÓN COMPLETA

Cuando todo estaba creado parecía que algo había quedado faltando, no existía esa sensación de que todo estaba completo, el mundo aún no se podía considerar mundo y para que así fuera debía aparecer de nuevo la más inquietante creación.

Los indígenas Arhuacos vivían en la más completa oscuridad en la imponente Sierra Nevada de Santa Marta y una de sus mujeres más bellas vio como el milagro de la vida usaba su cuerpo para hacer el milagro de la hermosura sin límites, dio a luz dos bellas criaturas que despedían luz, un destello único nunca antes visto por los ojos que siempre conocieron la belleza incompleta.

La hermosa indígena se retiró con sus hijos para evitar ser vista y especialmente para que nadie quisiera arrebatar de sus brazos a tan magníficas criaturas, sin embargo, tal era su fulgor que la luz se colaba por todos lados, los demás miembros de la tribu, inquietos por la situación decidieron saber de dónde provenía ese fenómeno tan hermoso como atractivo y siguiendo el destello llegaron a una cueva, allí era donde la indígena y sus hijos se apartaban de todos.

Ante los llamados de los miembros de la tribu para que los dejaran ingresar, la indígena se negó rotundamente y estos intentaron entrar por la fuerza a la cueva, pero no lo lograron debido a que la entrada estaba cubierta por unas pesadas piedras, decidieron entonces llevar música tocada con flautas y tambores y de repente el resplandor se hizo más fuerte, algo se acercaba ante los atónitos ojos de los indígenas que veían como una luz atravesaba los espacios que habían entre piedra y piedra.

Las pesadas piedras que cubrían la entrada fueron removidas y el hijo varón y luminoso de la hermosa indígena se sentó a escuchar la magnífica música que lo arrullaba y le producía un placer y una calma sin comparación, entonces los miembros de la tribu quisieron atraparlo a pesar de los ruegos de la madre que imploraba para que no le fuesen a causar daño.

Sol y Luna

Sol y Luna - Shutterstock

El chico llamado Yui disfrutaba de las notas emanadas de las flautas y justo cuando varios indígenas se abalanzaron contra él, se elevó por los aires mientras estos quedaban convertidos en piedras.

Luego de presenciar ese espectáculo increíble, otros indígenas se fueron decididos a no dejar escapar a Tima, la niña que también resplandecía, entonces le lanzaron ceniza en sus ojos para evitar que escapara, pero a pesar de ello y al igual que su celeste hermano, se elevó rápidamente por los aires hasta ubicarse en el cielo a un lado de él.

Desde ese momento Yui se encarga de darle luz al mundo convertido en sol, mientras que Tima alumbra las noches, no con la misma fuerza de su hermano porque la ceniza que le fue puesta en la cara la opacó, pero le dio una belleza única que adorna las noches con magia y misterio, el mismo embrujo que solo la luna puede dar.