La perseverancia de una ingeniera colombiana logró llevar un robot explorador de la Nasa a Marte

Hace casi una semana que el robot Perseverance llegó a Marte, el planeta rojo, y una vez amartizó, la emoción del equipo de la Nasa era absolutamente increíble, especialmente la de una mujer colombiana, que totalmente desconocida en su país, es sin duda, quien más alto ha llevado la bandera de nuestro país.

Así como el nombre del robot, Perseverancia fue la clave para una mujer nacida en Cali, que, con tesón, sacrificio, inteligencia y “berraquera” es artífice de una proeza humana de grandes proporciones, ella logró lo que para muchos parecía imposible, liderar un equipo de la Nasa en una misión sin precedentes, rompiendo las barreras de la nacionalidad, raza e idioma.

Diana Trujillo, exestudiante del Colegio Cañaverales de Cali, celebró con pastel el amartizaje de Perseverance, pero no fue la culminación de un sueño que tuvo desde pequeña, apenas es el comienzo de una carrera científica que aparte de traerle innumerables reconocimientos y logros, le brindará a la humanidad el conocimiento de asuntos que antes eran todo un misterio.

Esta ingeniera aeroespacial que se fue para los Estados Unidos a cumplir su sueño apenas con unos dólares y unas palabritas en inglés, aún le queda algo de ese acento que no permite que los caleños se confundan con otros colombianos, pero le sobra inteligencia, liderazgo y sobre todo, mucha perseverancia.

La misión de la Nasa en Marte es de vital importancia para la humanidad porque busca recolectar pruebas, que por años han mantenido a la humanidad en permanente cuestionamiento sobre si en el planeta rojo existió, existe o puede existir la vida, esta misión busca recoger material de la superficie marciana, pero también quiere poner a prueba varias tecnologías pioneras que pueden ser la clave para una posible y futura presencia humana en este planeta.

Perseverance es el robot explorador más avanzado que alguna vez se halla enviado al espacio, cuaenta con el trabajo de muchos científicos, que, aunque tengan los pies bien puestos sobre la tierra, cuentan con su cabeza y corazón a muchos kilómetros de ella.

Diana Trujillo sí que sabe lo que es la perseverancia, no solo porque conoce todos los secretos científicos de la misión que orgullosamente lidera, sino porque es un ejemplo de constancia, trabajo duro y sacrificio, ella siempre supo esperar y mantener el sueño vivo, porque sus objetivos siempre estuvieron más allá del horizonte, mucho más allá.