Ni republicanos ni demócratas ceden: Estados Unidos entra en su primer cierre desde 2019

Estados Unidos quedó paralizado esta madrugada, tras el nuevo cierre del Gobierno provocado por el bloqueo en el Congreso

Por: Felipe Téllez • Colombia.com
Congreso. Foto: Shutterstock Phil Pasquini
Congreso. Foto: Shutterstock Phil Pasquini

Estados Unidos quedó paralizado esta madrugada, tras el nuevo cierre del Gobierno provocado por el bloqueo en el Congreso

Una vez más, el Gobierno federal se quedó sin fondos y cerró a la medianoche del martes 30 de septiembre. El Congreso trabado en sus discusiones, por lo que no logró un acuerdo para financiar al Estado. El principal punto de choque: los subsidios de Obamacare. Ni republicanos ni demócratas quieren ceder ni asumir el costo político.

Con esto arranca un periodo de incertidumbre. No se sabe cuánto durará el cierre, el primero desde 2019, y que en la práctica significa la parálisis de buena parte de las operaciones estatales. Por lo tanto, la Casa Blanca ya pidió a las agencias preparar planes de despidos masivos.

¿Qué es un cierre del Gobierno?

Se da cuando el Congreso no aprueba a tiempo las leyes de gasto que financian a las agencias federales. Esa falta de recursos obliga a suspender actividades hasta que se llegue a un acuerdo.

Los más afectados son los empleados federales. En ocasiones anteriores, muchos fueron enviados a casa sin paga un proceso llamado furlough mientras otros tuvieron que seguir trabajando sin salario, a la espera de que el Congreso aprobara el presupuesto.

Cabe mencionar que cada dependencia debe tener planes de contingencia que detallan qué servicios siguen y cuáles paran. Esos documentos suelen estar en la página de la Oficina de Administración y Presupuesto, aunque algunas agencias publican sus propios lineamientos. Generalmente, los servicios críticos como defensa, seguridad nacional o emergencias se mantienen activos, aunque con personal limitado.

¿Cómo impacta en la vida diaria?

El cierre no solo afecta a los organismos federales, también afecta lo siguiente:

  • Cierre de parques nacionales y museos.
  • Suspensión de inspecciones de alimentos.
  • Cancelación de audiencias de inmigración.
  • Retrasos en préstamos para pequeñas empresas y compradores de vivienda.

Incluso los servicios que deben operar sí o sí pueden verse golpeados. Cabe recordar que durante el cierre de 2018-2019, varios controladores aéreos dejaron de ir a trabajar, lo que generó retrasos en aeropuertos.

Un problema que se repite

El presupuesto federal de Estados Unidos debe aprobarse cada año, por eso las tensiones regresan con frecuencia. Lo común es que el pulso coincida con el inicio del año fiscal en octubre, aunque también surgen bloqueos cuando vencen extensiones temporales. A diferencia de otros países, donde la falta de acuerdo no paraliza al Estado, en Estados Unidos el Gobierno queda atado: sin aprobación no puede gastar.

Desde 1976, cuando se instauró el sistema presupuestario actual, ha habido 20 interrupciones. Solo cuatro fueron cierres “reales”, de más de un día laboral:

  • 1995-1996: dos cierres que sumaron 26 días, en medio del pulso entre Bill Clinton y el Congreso republicano.
  • 2013: un cierre de 16 días por la disputa sobre la financiación de Obamacare.
  • 2018-2019: el más largo, 35 días, por el choque entre Donald Trump y el Congreso sobre fondos para el muro fronterizo.

Ese último cierre paralizó audiencias migratorias, retrasó préstamos estudiantiles, cerró parques y golpeó la rutina de millones de personas que viven en Estados Unidos.