Análisis del Nacional 2-1 Huila: Jugador por jugador

El portero David Ospina, el volante Aldo Leao Ramírez y el atacante Carmelo Valencia fueron los jugadores más sobresalientes del Atlético Nacional en el partido que derrotaron por 2-1 al Atlético Huila para vencer a los opitas por 3-1 en la serie y de esta manera quedarse con el Noveno Título en su historia.

Por su lado, el defensa Duván Hernández y los mediocampistas Donald Millán y Germán Caicedo, le aportaron a su equipo, Atlético Huila, la capacidad para pelear el título durante la segunda mitad del partido en el que volvieron a caer con los antioqueños.

Este es el análisis de cada uno de los futbolistas que hicieron parte de La Gran Final ganada por Nacional:


Jugadores del Atlético Nacional

David Ospina (portero): Salvó a su equipo en tres ocasiones durante la segunda parte. Les dio tranquilidad a sus compañeros cuando más lo necesitaban. Una de las figuras del partido.

Juan Camilo Zúñiga (defensa lateral derecho): Una ingenuidad emocional le costó la expulsión en el segundo tiempo. Sin embargo, sus avances por derecha sirvieron de mucho para profundizar el ataque a través de ese costado.

Juan Camilo Pérez (defensa central): Rechazó absolutamente todo balón que llegaba al área local con golpes de cabeza y despejes oportunos. Prácticamente la ausencia de Mendoza no se sintió. Cumplió muy bien.

Iván Hurtado (defensa central): Recibió la cintilla de capitán cuando Aristizábal abandonó el campo de juego. Su experiencia se complementó con la juventud de Pérez y al igual que su compañero, tuvo pocas dificultades para deshacer el peligro.

Marlon Piedrahita ( defensa lateral izquierdo): Su proyección por izquierda no encontró mucho apoyo, en contraste a Zúñiga. Pero sigue a la línea lo que le dice el técnico y a pesar de su juventud no le pesó La Final. Un lateral para tener en cuenta en el futuro, tanto en un perfil como en el otro.

José Amaya (volante central): Al igual que en Neiva, su tarea fue objetiva en la recuperación de la pelota, además de ser pulcro en la entrega del balón en fase ofensiva. Se pone el overol y es un gran rendidor. Hizo desaparecer a Marangoni durante pasajes del compromiso.

Jarol Martínez (volante central): Lástima que su lesión le haya jugado una mala pasada, al retirarse en el primer tiempo. No había pasado problemas en los pocos minutos en que jugó. Buen apoyo para Amaya.

Jairo Patiño (volante ofensivo por derecha): Sus subidas y su talento en la mitad de la cancha son vitales para el funcionamiento de cualquier equipo. Se junta muy bien con sus compañeros, añadiendo esta virtud a su magia clásica con la pelota en sus pies.

Aldo Leao Ramírez (volante ofensivo por izquierda): Los dos juegos de La Final han sido sus mejores actuaciones con la camiseta verde. Apareció en los momentos importantes de la campaña. Su manejo en zona de creación le entrega a su escuadra un cambio de ritmo difícil de predecir para sus rivales.

Víctor Hugo Aristizábal (atacante): En ocasiones alterado para hacer pesar su experiencia temperamental. Contribuye al volumen de juego juntándose constantemente con los volantes y su liderazgo sostiene al grupo en un nivel elevado de fútbol.

Carmelo Valencia (atacante): El M.V.P de esta final. Fue pieza fundamental en los dos compromisos en donde anotó goles. Lástima que en el juego de vuelta apareció más por sus ocasiones desperdiciadas frente al arco huilense.

Diego Toro(volante central-suplente): Ordenado, inteligente y solidario. Ingreso por Martínez para mantener al equipo equilibrado y sus pasos hacia terrenos ofensivos fueron muy sorpresivos. Tanto así, que anotó el gol que desató la fiesta en el Atanasio Girardot.

Elkin Murillo(volante ofensivo-suplente): Quintabani lo colocó en la segunda mitad por sus cambios de velocidades en el sector izquierdo. Era necesario para el contragolpe en los minutos finales y para conservar el manejo del balón. Autor de la asistencia magistral para el gol de Toro.

Carlos Díaz (defensa central-suplente): Ingresó en los últimos minutos del partido para reestructurar la defensa ante la expulsión de Camilo Zúñiga. Respondió adecuadamente sobre las arremetidas huilenses en el epílogo del compromiso.


Jugadores del Atlético Huila

Luis Estacio (portero): Sin responsabilidad en los goles encajados en su marco. Atajó algunas pelotas importantes y reflejó seguridad en su valla. Su único defecto fue la mala ejecución en los saques de meta, poca precisión.

Felipe Benalcázar (defensa lateral derecho): Sorprendía por la banda derecha en su proyección hasta llegar a los últimos metros, donde carecía de variantes. Piedrahita logró ganarle en duelo individual.

Duván Hernández (defensa central): Muy seguro, falló en pocas ocasiones. Le demostró a su equipo que en balones aéreos ofensivos es una variante muy importante y fue un dolor de cabeza en ese tipo de jugadas para Nacional. Autor de la anotación del empate parcial.

Juan Marcelo Torres (defensa central): En ocasiones un poco desordenado en los cierres, pero siempre exhibió criterio y personalidad para afrontar este tipo de partidos.

Edwin Rivas (defensa lateral izquierda): Subió por la banda izquierda pero le ganó muy pocas veces la espalda a Zúñiga, mientras que sufrió mucho la sociedad entre el mismo Zúñiga y Jairo Patiño por ese andarivel.

Francisco López (volante central): Atentó en los rebotes pero se excede en su agresividad para neutralizar los ataques rivales. Pega mucho y le hizo perder equilibrio a su equipo en momentos importantes, tras su expulsión en la segunda mitad.

Germán Caicedo (volante central): El tener la cinta de capitán le otorgó más responsabilidades, las cuales pudo cumplir en el desarrollo del juego. Jugador de dos áreas, muy rendidor y si no fuera por una atajada de Ospina estaríamos cantando otra canción. Uno de los mejores en su equipo, ya que jugó con inteligencia sin perder la alegría.

Donald Millán (volante mixto): Otro jugador importante en fase defensiva y ofensiva. Corrió toda la cancha sin entrar en incoherencias. Se asoció muy bien con sus compañeros y en el segundo tiempo asistió en una jugada que Rojano no pudo acertar. En defensa, le entrega a su equipo un luchador más, encargado de no concederle ventajas al contrario.

Rodrigo Marangoni (volante ofensivo): No pesó tanto su aparición con respecto al partido realizado en Neiva. A pesar de ello, cada vez que dijo presente, su pierna zurda fue un peligro para la defensa verdolaga.

Leonardo Rojano (volante ofensivo): Su rendimiento en la final fue impetuoso pero no efectivo. Es un jugador peligroso, pero a veces entra en precipitación a pesar de su rapidez y complemento para los volantes, y también para Montero.

Fredy Montero (atacante): Luchó contra sus rivales sin poder vencerlos. Cuando los defensas contrarios le cierran los espacios, prefiere abandonar el área y juntarse con los volantes. Cuando tenga la experiencia para encontrar más fácil los espacios ante zagas cerradas, se convertirá en un atacante que no se podrá despreciar.

Andrés Mauricio Molina (atacante-suplente): Entró en el segundo tiempo y solo tuvo una oportunidad para convertir. Generó poco peligro y el equipo contrario supo contrarrestar sus aptitudes ofensivas.

Robinson Aponzá (atacante-suplente): Entró por Millán cuando Otero se jugó el todo por el todo. No aportó mucho en el ataque opita.

Andrés Felipe López R. Periodista Fútbol. www.colombia.com