Inter de Milán doblegó a su rival de patio en primer partido de semifinales de Champions

La ciudad de Milán, capital de la región italiana de Lombardía y, además, la única ciudad europea con dos campeones de Liga de Campeones, era el escenario en el que chocaban, por la semifinal del reconocido campeonato, AC Milan e Inter, en el que sería el tercer enfrentamiento entre estos dos gigantes del fútbol mundial, por la competición europea.

El principal escenario deportivo de la capital lombarda, para esta ocasión vestido como San Siro, fue el epicentro en el que se encontraron rojinegros y negriazules, con el objetivo de llegar al partido definitivo de la competición por clubes más importante del continente europeo. En la jornada anterior, en el Santiago Bernabéu, Real Madrid y Manchester City habían empatado a un gol, dejando la serie abierta para la próxima semana.

El encuentro en la histórica y mítica ciudad, presentó a dos equipos intensos y con ganas de llevarse el partido. Sin embargo, fueron los locales los que se adueñaron del balón y, con una incontestable contundencia, se fueron arriba en el marcador apenas al minuto 8, gracias a un muy buen cobro de esquina de Hakan Çalhanoglu, que tomó bien Edin Dzeko, mandando el balón al fondo, cuando el partido apenas comenzaba.

El partido era una auténtica herradura a favor de los visitantes y, apenas 3 minutos después de la anotación conseguida por Dzeko, apareció el armenio, Henrik Mkhitaryan para, con un zapatazo desde fuera del área, poner el segundo para el Inter, que a este punto ahogaba al rossoneri, presionando, recuperando rápido y llevando el balón a zona de peligro.

Çalhanoglu pudo aumentar la cuenta sobre el primer cuarto de juego, pero el poste le negó el grito de gol, por lo que todo continuaba bajo el mismo marcador. Los locales parecía que no habían terminado de bajarse del bus, en un encuentro en el que lucían confundidos, erráticos y por momentos totalmente desconectados.

El segundo tiempo fue más de lo mismo, aunque con un Inter montado en el marcador y jugando con la tranquilidad del resultado. Los dirigidos por Stéfano Pioli, simplemente no podían conectar con sus delanteros, de tal manera que estuvieron muy lejos de la versión que, por la misma Liga de Campeones, venía de derrotar en el global al actual campeón de liga de Italia, el Nápoli de Luciano Spalleti.

Finalmente, el triunfo del cuadro dirigido por Simone Inzaghi se impuso en el marcador, dejando el listón arriba para el duelo de vuelta, donde los negriazules serán locales. El marcador final podría haber sido un paso decisivo para el Inter, en su camino a Estambul, en una competición en la que no habían vuelto a una final desde la temporada 2009-2010 cuando, con José Mourinho en el banco, se impusieron por 2 a 0 al Bayern Munich.