Santa Fe, pese a golazo de Rodallega, perdió en Bogotá y terminó eliminado de la Sudamericana

Más de 17 mil personas llegar a las gradas del estadio El Campín, de Bogotá, para acompañar al cuadro Independiente Santa Fe, en su partido frente a Goiás, en el que sería un auténtico cabeza a cabeza por la clasificación a la segunda ronda de la Copa Sudamericana, donde solamente el mejor recibe una plaza directa en los octavos de final.

Por esto, el equipo que llegaba a su último partido con Gerardo Bedoya en el banco, necesitaba urgentemente de una victoria, que le permitiera pelear con Universitario el liderato y de esta manera, si es que no se lograba el primer lugar, al menos mantenerse en la segunda posición, para pelear los play – off contra los terceros de que llegarán de Libertadores.

El balón rodó y mostró de inmediato un Santa Fe que buscó  e intentó generar fútbol ofensivo desde el vamos. Sin embargo, ninguno de sus jugadores en fase de ataque estuvo fino, razón por la cual no podían irse arriba, alargando el empate sin goles y aplazando la clasificación a los octavos de final del certamen continental.

Mientras, en la ciudad de Arequipa, Universitario se medía al cuadro argentino Gimnasia y Esgrima de La Plata, con las mismas exigencias que el cardenal. Infortunadamente, cuando Santa Fe jugaba mejor, Guilherme Marques recibió un balón de Bruno Santos, que terminó convirtiendo en el primero del partido, lo que comprometía la permanencia en copa, del cuadro colombiano.

Muy cerca del gol brasilero en Bogotá, llegó también el gol del cuadro peruano, que empezó a ganarle al argentino, lo que complicaba aún más la situación del cardenal. Con la victoria de Universitario y la derrota en Bogotá, los clasificados eran el brasilero y el peruano, dejando al colombiano relegado y sin posibilidades.

El león mejoró para el segundo tiempo y rápidamente encerró al cuadro de Brasil, haciendo parecer que el gol del local estaría al caer. Justamente sobre el minuto 72, y tras una tijera sensacional, Hugo Rodallega marcó el empate y devolvió la esperanza a los 17 mil corazones que latían en las gradas del Coloso de la 57.

Tras el empate, todo fue para Santa Fe, que tenía completamente maniatado a Goiás, que lo único que podía hacer era rechazar todos los ataques del equipo capitalino. Sin embargo el gol no llegaba y la eliminación parecía más cerca con cada minuto que se descontaba. Mientras, el cuadro brasilero  quemaba tiempo, mientras parecía implorar el final del partido. Al final, y con el equipo santafereño completamente expuesto, llegó el gol del triunfo del visitante, que asestaba un golpe mortal al cardenal, acabando con el sueño de torneo internacional.