Golazo de Leo Castro para abrir el marcador en Bogotá, tras jugadón de Óscar Cortés

Millonarios recibió en su casa, el estadio Nemesio Camacho ‘El Campín’, al América de Mina Geráis, en un partido válido por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Sudamericana. El encuentro, en la previa, se mostraba como el de los dos equipos más fuertes del grupo, el local primero con 6 puntos producto de dos victorias y el visitante segundo con 4, tras una victoria y una derrota, en los mismos 2 partidos jugados.

El equipo bogotano, que venía de una gran presentación frente a América de Cali pero una derrota sonora contra el Junior de Hernán Darío Gómez, llegaba a este encuentro con la posibilidad de alejarse, aún más, de sus compañeros de grupo y de esta forma acercarse a la clasificación, en un torneo en el que sólo el primero de cada grupo clasifica a los octavos de final de manera directa.

Millonarios, a decir verdad, saltó a la cancha con todo y se llevó el primer tanto del encuentro, gracias al goleador, Leonardo Castro, que recibe un balón luego de un desborde sensacional del juvenil Óscar Cortés, y que termina en el fondo de la red, de tal forma que Millonarios se iba arriba en el marcador. A partir de allí, el local fue una vela prendida que, con el pasar de los minutos se fue apagando en la oscuridad.

Los brasileros se dieron cuenta que podían llegar y aprovecharon la franja izquierda de Millonarios -derecha de los mineros- y por ahí empezaron a presionar al cuadro dirigido por Alberto Gamero. Luego de dos intentos lograron disparar por primera vez a puerta, lo que demostró que la incursión por ese sector era posible.

En la siguiente jugada por esa zona el balón terminó en la raya final tras un toque de un jugador del equipo local, por lo que resultó en un tiro de esquina para los brasileros. Martín Benítez se encargó de cobrar y, con la complicidad de la defensa embajadora, Felipe Azevedo se encargó de poner el empate justo al cierre de la primera mitad.

El segundo tiempo, si bien tuvo algunas aproximaciones, no brilló por su intensidad o la cantidad de aproximaciones de los equipos. Los brasileros, satisfechos con el empate retrocedieron y se encargaron de hacerle mantenimiento al partido, a la larga sin sufrirlo. Los embajadores, que tuvieron la victoria en una llegada que desperdició Leonardo Castro, se diluyó hasta que no volvió a llegar, dejando así que el partido se cerrara con un empate con poco sabor para los de Alberto Gamero.