Euro 2024: ¿Cuál es el máximo goleador de la Eurocopa 2024, hasta el momento?

Este sábado terminó oficialmente la segunda jornada de la fase de grupos, en la Euro 2024 que se lleva a cabo en Alemania. El juego entre Bélgica y Rumania, por el grupo E, y que terminó favoreciendo a los diablos rojos, quienes vencieron a los Tricolorii por 2 a 0, fue justamente el que dio por terminada esta segunda ronda.

La polémica del juego fue la acción de gol anulada a Lukaku, que se trató de la cuarta del belga, a lo largo de del torneo, siendo al futbolista al que más goles le han anulado a lo largo del torneo. Peor aún si se revisa la jugada y se entiende que el fuera de lugar fue producido por la punta del botín del jugador.

Así pues, con el resultado se han marcado, a lo largo del campeonato, un total de 58 goles, siendo la selección local la que más ha celebrado en la portería rival, habiendo conseguido, hasta ahora, 7 dianas. En contraposición, aparecen las selecciones de España y Francia, como las únicas que no han encajado un gol, a lo largo de la fase de grupos.

Pero el tema que le da la vuelta al mundo, luego de jugados 24 partidos, es lo que tiene que ver con el goleador del torneo. Para efectos prácticos, en el momento hay 3 competidores por este premio: Yamal Musiala, de Alemania, Ivan Schranz de Eslovaquia y Georges Mikautadze de Georgia. Sin embargo, hay un factor que supera a estos 3 jugadores, siendo de lejos el mayor goleador de la Euro 2024, hasta ahora.

Hablamos, claro del autogol. Este ha aparecido a lo largo de 6 partidos diferentes, produciendo igual cantidad de goles. El primero ocurrió en el juego inaugural y el autor fue Antonio Rüdiger, quien le ayudó a descontar a Escocia, en la goleada con la que die mannschaft arrancó su andar en el campeonato.

El austriaco Maximilian Wöber, el checo Robin Hrác, el albanés Klaus Gjiasula, el italiano Riccardo Calafiori y el turco, Samet Akaydin, completan la lista de goles en propia puerta, siendo el más mediático el del jugador de Turquía, en el juego ante Portugal, tras una jugada que aún nadie termina de entender.