Por: Carlos Guevara • Colombia.com

Ariel Roa, jugador del Deportes Quindío, es sancionado de forma severa por agredir a un juez de línea

El jugador será sometido a una amonestación sin precedentes en el fútbol profesional colombiano.

Actualización
El tema del arbitraje en Colombia sigue dando de qué hablar. (imagen de referencia). Foto: EFE
El tema del arbitraje en Colombia sigue dando de qué hablar. (imagen de referencia). Foto: EFE

El jugador será sometido a una amonestación sin precedentes en el fútbol profesional colombiano.

Las discrepancias con las decisiones arbitrales en el fútbol profesional colombiano continúan generando controversias, pues varios jugadores y equipos han manifestado su descontento respecto a la calidad y equidad de las decisiones de los colegiados en las últimas temporadas. 

Y debido a lo anterior, es necesario evocar lo sucedido hace poco en un compromiso de la segunda división, donde se vivió un episodio bochornoso en el que la tensión derivada de estas situaciones llegó a su punto máximo, cuando un jugador del Deportes Quindío protagonizó una confrontación con un juez de línea durante el partido ante Unión Magdalena.

El incidente ocurrió en el minuto 61 del partido, cuando el delantero paraguayo Ariel Roa, visiblemente alterado por una decisión arbitral, encaró de manera airada al juez de línea Jairo Ovalle. Según los reportes, el jugador se dirigió de manera agresiva y comenzó a recriminar la decisión del asistente. 

Este acto de indisciplina no pasó desapercibido, y el árbitro central, tras consultar con su asistente, decidió expulsar al jugador del encuentro, pero esta expulsión fue solo el inicio de una cadena de eventos que culminó en una sanción ejemplar por parte de la Dimayor.

El pasado mes de agosto, Deportes Quindío decidió finalizar el contrato del delantero como una medida disciplinaria interna. Sin embargo, no fue hasta hace unos días que se conoció la sanción oficial impuesta por la Comisión Disciplinaria de la Dimayor.

A través del boletín de sanciones del 14 de septiembre, se informó que la agresión del jugador paraguayo contra el juez de línea conllevaría una suspensión de 12 meses y una multa de 32.500.000 pesos. El árbitro del partido explicó en su informe que el jugador, además de dirigirse de manera verbalmente ofensiva, lo agredió físicamente con pisotones y rodillazos.

Por ende, este lamentable suceso ha dejado una marca en el fútbol colombiano, ya que refleja la tensión constante entre jugadores y árbitros, y el nivel de frustración que muchas veces genera la percepción de una brecha de justicia en el campo. 

Y aunque la Dimayor aún no ha tomado medidas significativas respecto a la calidad del arbitraje en Colombia, este caso crea un precedente importante respecto al respeto que debe existir hacia los jueces de campo. Se espera que esta sanción sirva como una advertencia para que los jugadores mantengan la compostura, independientemente de las decisiones arbitrales.