Atlético Bucaramanga se desinfló ante Deportes Tolima en condición de local

El ambiente en el imponente estadio Américo Montatini estaba cargado de entusiasmo y expectativa por un Bucaramanga llegaba con la moral en alto tras su destacada actuación en la Copa ante Independiente Santa Fe.

Debido a lo anterior, la afición santandereana esperaba una continuación de ese buen momento en el duelo contra Deportes Tolima. La confianza estaba intacta, y los jugadores sabían que era el momento de demostrar su buen fútbol nuevamente ante su público.

El partido comenzó de manera frenética, pues apenas corrían diez minutos cuando el Deportes Tolima aprovechó una desatención en la defensa local para abrir el marcador. Jeison Lucumí, siempre peligroso, recibió un pase preciso de Junior Hernández, quien había desbordado por la banda izquierda tras un error de Carlos Henao.

Este último, había estado en el ojo del huracán recientemente, luego de que un periodista cuestionara su ausencia en partidos anteriores, situación que provocó la molestia del técnico Rafael Dudamel e irónicamente, Henao se vio comprometido en la jugada que permitió al Tolima ponerse en ventaja.

Bucaramanga, herido en su orgullo, intentó reaccionar de inmediato. Los dirigidos por Dudamel buscaron imponer su juego y generaron varias aproximaciones al área rival. Sin embargo, el último toque les faltaba, y Tolima, bien plantado en defensa, supo neutralizar los intentos del equipo local.

La situación pareció mejorar para Bucaramanga al minuto 41, cuando Yhorman Hurtado, del Tolima, fue expulsado tras una trifulca que dejó al equipo visitante con un hombre menos. Con un jugador más en el campo, todo indicaba que el conjunto local podría encontrar la forma de igualar el marcador antes del descanso.

Ya en el segundo tiempo, la presión era evidente. Bucaramanga salió con todo en busca del empate, dominando la posesión y empujando al Tolima hacia su propio campo. Pero cada intento se topaba con una defensa férrea y un arquero rival que se mantenía firme bajo los tres palos, haciendo que el hombre menos no se notara en el conjunto visitante. 

Así las cosas, el golpe final llegó al minuto 74, en un contragolpe letal. Deportes Tolima, aprovechando la desesperación del Bucaramanga, se lanzó al ataque con velocidad y precisión. Yeison Guzmán, el hombre siempre presente en los momentos cruciales, recibió el balón en el área y no perdonó, marcando el 2-0 que selló la suerte del partido.

A pesar de los intentos finales, Bucaramanga no logró revertir el marcador y el pitazo final dejó un sabor amargo en el ambiente. La motivación con la que habían llegado al partido se desvaneció ante un Deportes Tolima que supo jugar con inteligencia y efectividad, de la mano de David González.