Rafael Dudamel tiene al Bucaramanga entre los ocho y sueña con los cuadrangulares

La mejor figuración del Atlético Bucaramanga en la liga colombiana fue en el año 1997 cuando se ubicó segundo al perder la final con el América de Cali en el considerado torneo más largo en la historia del balompié mundial, pues duró 16 meses debido a que se querían adecuar nuevos formatos de competición, y desde luego, por muchos caprichos, intereses e improvisaciones de nuestro loco, pero querido campeonato rentado.

El equipo leopardo, al que alguna vez se le dijo canario por el color de su camiseta, es uno de los históricos del fútbol profesional colombiano que no tiene bordada una estrella en su escudo, pero desde hace 75 años sigue intacto el sueño y sus hinchas esperan que la alegría de un título se produzca muy pronto, así como le sucedió al Deportivo Pereira en 2022.

Una historia de desventuras

La historia del Atlético Bucaramanga ha tenido más tristezas que alegrías, porque desde que se creó el sistema de ascenso y descenso en 1992, el equipo ha abandonado la categoría máxima en 3 ocasiones y ha tenido campañas para el olvido en las que se ha visto resignado en el sótano de la clasificación.

En los últimos años, Atlético Bucaramanga ha logrado resultados que lo han dejado a punto de colarse en la fiesta final de un campeonato, pero en este primer torneo del año quiere ganarse la clasificación con goles y puntos, y no pasar por cosas de la suerte, o como dicen algunos, por caprichos de nuestro torneo.

La llegada de Rafael Dudamel ha sido de enorme beneficio para el club, pues la ´mano´ del estratega venezolano, excampeón como timonel con el Deportivo Cali en 2021 se ha notado, debido a que el equipo gana y ha logrado un equipo que, sin figuras, rinde.

Atlético Bucaramanga perdió en la primera fecha del torneo, pero desde entonces no conoce la derrota y en 12 fechas, marcha en el séptimo lugar con 20 unidades, aunque con un partido menos.

Rafael Dudamel ha puesto a rugir ´calladito´ al Atlético Bucaramanga, pues prefiere ser cauto y no cantar anticipadamente una clasificación a los cuadrangulares finales, por eso prefiere seguir trabajando sin hacer mucho ruido y obteniendo resultados que ilusionan al hincha que sí es ruidoso.

Muchos elogian el trabajo del equipo, otros no tanto, pues lo tildan de muy defensivo, pero sin importar su táctica, el equipo leopardo espera llegar a los cuadrangulares finales y rugir con toda fuerza para alcanzar la ansiada estrella.