Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Con un balón fantasma se iba a iniciar el juego entre Junior y Once Caldas en Barranquilla

El juez Wilmar Roldán iba a dar inicio al juego sin percatarse de que en la mitad de la cancha no había sido puesto un balón.

Dayro Moreno le dice a Wilmar Roldán que sí había un balón en la mitad de la cancha. Foto: Twitter @joseborda1
Dayro Moreno le dice a Wilmar Roldán que sí había un balón en la mitad de la cancha. Foto: Twitter @joseborda1

El juez Wilmar Roldán iba a dar inicio al juego sin percatarse de que en la mitad de la cancha no había sido puesto un balón.

Un suceso de esos que podrían poner los pelos de punta a más de uno ocurrió en el estadio Metropolitano de Barranquilla Roberto Meléndez, porque cuando se iba a iniciar el partido por la fecha 18 de la liga BetPlay II entre Junior y Once Caldas, y los equipos estaban listos para iniciar el juego, en la mitad de la cancha había un balón fantasma.

El árbitro Wilmar Roldán, el más famoso de los jueces colombianos en el exterior y encargado desde hace algunos años de dirigir los partidos más importantes en el continente no se percató de que no había balón, o quizás querían jugar con uno imaginario, caprichos del fútbol colombiano.

Los encargados de la logística del juego daban juramento de que la número 5 había sido puesta en el punto blanco de la mitad de la cancha, pero los más cercanos a los temas paranormales daban como un hecho que en el sagrado templo del fútbol barranquillero existen ´fantasmas´ que no quieren que Alejandro Char sea alcalde de la capital del Atlántico y que el cuadro de su familia no se meta entre los 8 de la fiesta final del fútbol colombiano.

Carlos Bacca se ríe del asunto mientras el goleador del Once Caldas le dice que la cosa es seria. Foto: Twitter @joseborda1

Mientras Carlos Bacca y Wilmar Roldán tomaban el asunto con jocosidad, Dayro Moreno y otros jugadores se mostraban nerviosos, y algunos de los pocos seguidores del tiburón no se atrevían a abandonar sus asientos ni para ir al baño por miedo a que el fantasma esconde balones pudiese darles el susto de sus vidas.

Finalmente, un recogebolas del Junior entregó un balón al juez Roldán, quien le dijo a un grupo de policías que prestaba seguridad en el estadio que le echaran un ojito, ojalá de 90 minutos sin parpadear al costal con 20 balones que pidió por si las moscas, o por si algún fantasma quisiera desaparecerle nuevamente el balón.

El silbato sí estaba en su lugar

Wilmar Roldán y otros jugadores parecían gozarse el extraño suceso, el árbitro buscaba su silbato esperando que tampoco se le fuese a desaparecer, lo encontró y dio inicio al juego entre tiburones y albos de Manizales, acto seguido se persignó como de costumbre, pero le agregó un par de bendiciones de repuesto.

Un par de amigotes en una de las graderías más solas del estadio apostaban que el fantasma de la lechuza que una vez pateó el panameño Luis Moreno del Deportivo Pereira en ese mismo estadio ante el Junior fue el que escondió el balón con el que se daría inicio al partido, luego recordaron que el próximo partido del Junior es precisamente contra el Pereira en la perla del Otún y creen que allá algo extraño también ocurrirá.

El susto del balón fantasma había pasado con el trámite del partido, pero cuando una falta que daba para expulsión se produjo, Wilmar Roldán mostró una tarjeta amarilla, no porque creyera que el defensor Beltrán del Caldas no mereciera irse del partido por una fea patada a Homer Martínez, sino porque al buscar la tarjeta roja esta no estaba en sus bolsillos, ahí fue cuando ´le dio cosa’ porque seguro se la había llevado el fantasma esconde balones de inicio de juego.