Jugador de Oriente Petrolero ante Bolívar erró penalti en honor al juego limpio en Bolivia

El fair play en el fútbol se ha puesto en entredicho luego del partido por las eliminatorias sudamericanas cuando Chile recibió en su casa a Bolivia en una jugada en la que el arquero Carlos Lampe de la Selección del altiplano intentó rechazar un balón, pero en ese momento se lesionó y el dolor fue tan fuerte que quedó tendido en el piso dejando la pelota a merced del delantero chileno Eduardo Vargas quien sin ningún problema envió el balón al fondo de la red.

La jugada fue criticada porque, al parecer, hubo falta de juego limpio, teniendo en cuenta que, el portero era el último hombre y cayó fulminado, situación que aprovechó el avivado delantero del equipo austral.

Un nuevo caso en el que se involucra el Fair play tuvo también como protagonista a Bolivia porque durante un juego de su torneo nacional de fútbol, dos de los equipos más importantes del país se enfrentaron y allí una peculiar jugada le ha dado la vuelta al mundo.

Bolívar de La Paz y Oriente petrolero, dos de los llamados grandes del fútbol del altiplano se enfrentaban cuando al minuto 5, una pelota que disputaban un mediocampista, Anderson, y un delantero terminó con la lesión del jugador brasileño de Bolívar, quien cayó al piso retorciéndose del dolor, mientras la pelota salía por el lateral después del rechazo que lo lastimó.

Oriente Petrolero no tuvo consideración de la anterior situación e inmediatamente sacó de banda, la pelota quedó en uno de sus delanteros y este fue derribado en el área y el árbitro decreto penal, una falta que sí existió, pero una decisión que criticaban los jugadores y cuerpo técnico del Bolivar.

Las quejas del equipo celeste de La Paz se basaban en que Oriente petrolero faltó al fair play porque realizó rápidamente el saque y no permitió o no se detuvo a solicitar la atención médica para el jugador rival, de manera que, en el momento del cobro del penal, el jugador encargado, Gilbert Álvarez, prefirió fallar el penalti intencionalmente para hacer honor al juego limpio.

En el momento de la ejecución, el jugador Gilbert Álvarez tocó la pelota de manera tan suave que mansamente quedó en las manos del portero rival, una acción aplaudida por el público y hasta por el propio presidente del equipo Bolívar quién manifestó su emoción por considerar que en el fútbol boliviano se practica el fair play, muy diferente a otros países donde estas situaciones no se respetan.