Terrible patada que recibió un futbolista en Brasil por la que piden sanciones ejemplares

El fútbol brasileño es reconocido por ser un campeonato muy competitivo en el que se pagan muchos millones por jugadores que en muchas ocasiones son repatriados de Europa.

Mientras en algunos lugares del mundo las actuaciones arbitrales suelen ser muy rígidas y no permiten el juego fuerte, este se ve en el fútbol brasileño, en donde en ocasiones se abusa de las patadas y se atenta contra el tradicional ´jogo bonito´ que caracteriza a los amazónicos.

En un partido de la Copa de Brasil se enfrentaron dos de los históricos del país, Corinthians y Gremio, pero una jugada brusca fue la que se llevó la atención y terminó empañando un encuentro clásico.

Raniele, jugador de Corinthians no logró contener a Mathías Villasanti, futbolista paraguayo del Gremio, entonces apeló al juego fuerte y clavó los taches de su botín en la pierna del guaraní, ocasionando la furia de los jugadores y el cuerpo técnico del equipo de Porto Alegre.

Villasanti se retorcía del dolor mientras los alegatos y los amagos de bronca se presentaban, entonces el árbitro acudió al VAR y después de revisar la jugada volvió al campo en el minuto 54 para mostrarle la tarjeta roja a Raniele.

A pesar del fuerte golpe, Villasanti pudo seguir jugando, pero el partido terminó empatado a cero goles, sin embargo, las reacciones a la brutal patada fueron diversas en las redes, desde donde se llegó a pedir cárcel para el agresor por la violencia de su patada.

En el muslo de Mathías Villasanti quedó la marca de la ´caricia´ de Raniele, que, siendo brasileño, reforzó la idea de que el jogo bonito de los brasileños está lejos de lo que fue antes y también se contagia de la marca férrea y malintencionada.

El Timão, como se conoce al Corinthians, fue campeón en una oportunidad de la Copa Libertadores de América y dos veces de la Copa Mundial de Clubes, una de ellas con Fredy Rincón en sus filas.

Gremio no atraviesa por una buena situación y se encuentra tratando de no sucumbir en los últimos puestos del Brasileirao que podrían comprometer su permanencia en la primera división.