Hinchas de Santa Fe y Pereira se reunieron para compartir un ajiaco comunitario, demostrando que el fútbol se puede vivir en paz

No cabe duda que uno de los temas que más ha alejado a las familias y aficionados de los estadios de fútbol en nuestro país, ha sido el tema de la violencia, el cual, en su mayoría, es generado por las famosas “barras bravas”.

Este seudónimo con el que se refieren al grupo de aficionados más representativo de cada equipo, que en algunas oportunidades toma el deporte como una excusa para delinquir y agredir a otros que no comparten el amor y la pasión por un mismo equipo.

Sin embargo, desde hace unos años. varios entes han trabajado para contrarrestar todo este tipo de situaciones y lo hecho ayer en El Campín, es un ejemplo que se debe seguir en todo el territorio nacional, con la idea de vivir la fiesta del fútbol en paz.

Por la fecha 6 de la Liga BetPlay 2022 I, Independiente Santa Fe recibió en su casa al Deportivo Pereria, compromiso poco atractivo para los amantes al fútbol, sin embargo, se pudo ver un buen espectáculo en la cancha, donde el equipo matecaña se llevó la victoria.

Aunque el resultado queda para la historia y las estadísticas, lo que se debe rescatar fue el gran gesto que tuvo la barra más representativa de Santa Fe, más conocida como La Guardia Albi-Roja Sur, con sus compañeros del Pereira.

Un ajiaco comunal como se le conoce coloquialmente en nuestro país, con el fin de darle la bienvenida a todos los hinchas visitantes, tanto los que viajaron desde el departamento de Risaralda, como los que llegaron de otros lados e incluso Bogotá.

El objetivo era compartir un rato agradable, hacerlos como sentir en casa y demostrarles a todos, que el fútbol es una fiesta, la cual se puede vivir con respeto y en paz.

Sumado a esto, la misma barra cardenal, organizo una recolección de donaciones para las personas que se vieron afectadas con el desastre natural en Dosquebradas, ayudas con alimentos y productos de aseo, los cuales fueron llevados por los hinchas del Pereira.

Cabe resaltar que no es la primera vez que ocurre algo como esto, entre ambas hinchadas se mantiene una “amistad”, la cual se demuestra con este tipo de hechos, sin importar en donde se juegue el partido, si en Pereira o en Bogotá.

Qué bueno sería que este ejemplo fuera tomado por todas las barras del país, para que así se pudiesen disfrutar los partidos del Fútbol Profesional Colombiano con hinchada visitante y ver el color en las tribunas.

Sin duda alguna, esto fue un golazo a las personas que buscan opacar la fiesta del fútbol.