Argentina, en un partido increíble, se queda con la Copa del Mundo

El estadio de Lusail muestra lleno casi total. La ansiedad es visible a simple vista. Son las 5 de la tarde en la ciudad que alberga la final de la Copa del mundo. Se mantiene una temperatura de 22 grados centígrados, con una humedad relativa del 63%. El viento, que sopla a 24 kilómetros por hora, parece detenerse, para hacerse un lugar en el estadio. La razón: Francia y Argentina juegan la final de la Copa del Mundo, en esta ciudad de la costa norte de Catar.

El escenario parece más el Monumental de Núñez, en Buenos Aires. En la previa, tras un obituario recordando a los futbolistas que fallecieron en los últimos 4 años, el estadio casi se cae cuando apareció la imagen de Diego Maradona, que dejó este plano apenas el 25 de noviembre de 2020. Con este ambiente, empezó el partido de fútbol más importante del 2022.

Los primeros minutos pasaron por una Argentina que, a diferencia de lo que todos pensaban, saltó a la cancha con un claro 4-3-3, presionando la salida del cuadro europeo, que no lograba cruzar la mitad de la cancha. Así llegaron los primeros anuncios de peligro que, en los primeros minutos fueron en el arco de Hugo Lloris.

Francia no sabía cómo salir del asedio de los suramericanos. La banda de Di María es la que más riesgo supone para la defensa de Francia. Justamente por una llegada del también nacido en Rosario, que es derribado en el área por Dembélé, el central del encuentro señala el punto de penal. El 10 argentino toma el balón y lo ubica en el punto: cobra a la izquierda de Lloris, quien se lanza al costado opuesto. Gol para Argentina, que vuelve a marcar en una final, 36 años después de aquel gol marcado por Jorge Burruchaga, que significó el 3 – 2 a favor de la albiceleste.

Minuto 36: Francia no encontraba por dónde, aunque llegaba un poco más al área de Emiliano Martínez. Nahuel Molina recuperó en propia área, quedando en los pies de Rodrigo de Paul que, de primera, la deja en el centro para Julián Álvarez. El del Manchester City avanza contra la portería de Hugo Lloris y, al entrar al área francesa, toca a la izquierda para Ángel Di María que la manda al fondo para poner un pie más cerca de la copa del mundo.

Francia tomó posesión del balón, tras los 7 minutos adicionados por Symon Marciniak. Sin embargo, la posesión fue, sobretodo, de pases laterales que no revestían peligro para los dirigiod por Lionel Scaloni, quienes buscaban recuperar el balón, para descansar con él, previo al descanso. Sin  embargo, no hubo precisión de los sudamericanos, por lo que no lograron hacerse con el esférico. Así terminó la primera mitad, con ventaja para la Argentina, que se acerca a su tercera copa del mundo.

La segunda parte empezó con cierta superioridad de Argentina, aunque no llegó con peligro al área de Francia que, con más fortaleza que inteligencia, quiere jugar en el campo argentino. El medio campo de la albiceleste, muy aplicado en defensa, no permitía progresos de la selección europea, que veía frustrado cada intento de acercamiento a gol.

En apariencia, Francia controlaba el balón. Sin embargo, llegaba hasta donde Argentina se lo permitía. Al 65, el tanque de Ángel Di María, el mejor del partido, se acabó. Una ovación acompañó al surgido en Rosario Central hasta que llegó al banco. El autor del gol con el que Argentina ganó la Copa América en 2021, se retiraba por todo lo alto, de lo que seguramente fue su último mundial.

El partido estaba controlado para los argentinos. Sin embargo, una descolgada de Kolo Muani por la banda de Nahuel Molina termina en penalti para los dirigidos por Deschamps. Mbappé tomó el balón y la mandó al fondo, dándole vida a los europeos. Apenas al minuto siguiente, luego de un parpadeo de la saga suramericana, nuevamente Mbappé la mandó al fondo para el empate. El heredero apareció y le aguó la fiesta a los de Scaloni. Faltando 6 minutos para el final del encuentro, nada está decidido.

Argentina no se levantó del empate francés y se llenó de faltas riesgosas al borde del área. El central habló y decretó 7 minutos más de fútbol, antes de la probable prórroga. Francia asedió el campamento argentino y estuvo a punto de llevarse el partido, de no ser por Emiliano Martínez. Faltando un minuto y medio, Lionel Messi disparó a puerta y Hugo Lloris respondió, negando el gol. Así terminarían los 90 reglamentarios, con empate y con 30 minutos más por jugar.

Los primeros 15 minutos del tiempo extra avanzaron sin que pasara mucho más. Francia controló un poco más el balón, aunque no pudo marcar la diferencia. Argentina tuvo algunos espasmos, que hicieron recordar la tromba que fue a lo largo del primer tiempo. Justamente en uno de esos momentos, pareció despertar, pero la saga de Francia negó el grito albiceleste.

El segundo suplemento empezó como terminó el primero, con Argentina un poco más agresiva y llevando, ciertamente, más peligro al área de Francia. Así, al 109, una recuperación rápida en la mitad de la cancha, termina en los pies de Messi, que envía a Lautaro Martínez, quien avanza en diagonal hacia adentro, tocando nuevamente a Messi. Messi devuelve la pared y Lautaro remata, aunque Lloris evita el gol. No obstante el esfuerzo del guardameta francés, el balón queda en los pies de Lionel Messi, quien la manda al fondo.

115 minutos: el asedio se trasladó al campamento argentino. Solo un gol separa a ambas escuadras y, en una jugada de pelota quieta sobre el 118, el balón golpea la mano de Gonzalo Montiel. Marciniak no dudó y señaló el punto de penal. Mbappé apareció una vez más, para devolver la vida a los europeos. Los 3 minutos de adición estuvieron para el infarto. La tuvo Francia, con Kolo Muaní, pero el ‘Dibu’ negó el gol. En la siguiente pudo ser el gol de Argentina, pero Lautaro Martínez no cabeceó con dirección. Así terminaría, al menos para la estadística, una de las finales más emocionantes de la historia del fútbol.

El campeón de la Copa del Mundo se conocerá a través de la vía del penal. Mbappé, el primero en tomar el balón. Tomó impulso, lo cobró a la izquierda y anota. Va Messi: acomoda el balón, toma impulso y lo cobra a la izquierda, de forma magistral. Adentro y todo empatado. Era el turno de Kingsley Coman. Tomó impulso, lo cobró a la izquierda y Emiliano Martínez lo negó. Ventaja para los sudamericanos.

Fue Paulo Dibala: acomodó, tomó carrera y lo cobró al centro, certificando la ventaja argentina. Llegó Aurlién Tcouaméni, quien acomodó, se impulsó y la mandó ancha. Fue el turno de Leandro Paredes que cobró bien ajustado a la izquierda, poniendo el marcador 3 – 1. Fue Kolo Muani a cobrar. Lo hizo bien, al centro y fue gol para Francia. Montiel tenía el definitivo: acomodó el balón, tomó carrera y lo mandó al fondo. En la final más increíble de la historia, Argentina, por tercera, levantaba la copa del mundo.