Técnicos del FPC que mantienen regularidad dirigiendo a sus equipos

Los torneos pasaron de tener una duración anual a una semestral, lo que ha implicado que muchos de los equipos del Fútbol Profesional Colombiano (FPC) se sientan presionados para ejercer un muy buen desempeño en un lapso de cuatro a seis meses, disputar un cupo entre los mejor para alcanzar las finales de los torneos, y por supuesto, aspirar al título correspondiente. 

Hoy día, es indiscutible que el entrenador con mayor respaldo de la plantilla y la afición es Alberto Gamero, quien dirige al conjunto “Embajador” desde el 2019 y acaba de renovar su contrato hasta diciembre de 2026.

Las directivas del club sustentan su continuidad de cuatro años al mando del club, con la promoción a distintos jugadores de las divisiones inferiores y la suma de dos títulos. 

Por la misma línea se encuentra Alexis García, que comanda la plantilla de jugadores desde de la Equidad desde el 2006, y durante 7 años y durante ese periodo logró el ascenso a la máxima categoría, en el que disputó tres finales: Finalización 2007; Apertura 2010 y 2011. También se consagró campeón de la Copa Colombia 2008. Además, clasificó a tres ediciones de la Copa Sudamericana: 2009 (primera fase); 2011 (segunda fase) y 2012 (primera fase). Por eso, en la actualidad, desde que regresó a finales de 2019, se mantiene en el cargo pese a que no hace una buena campaña en la actualidad.

De igual manera, otro hombre que logra esquivar al recorte de entrenadores es Flabio Torres, que desde 2021 regresó al Pasto, equipo que dirigió en 2011. Torres se mantiene al frente de los volcánicos y cuenta con el respaldo de la dirigencia.

Segunda división del fútbol profesional colombiano

Dentro de esta categoría también son contados los casos de estabilidad de los técnicos, entre estos están el del técnico colombo-argentino, Óscar Héctor Quintabani con el Quindío y el del exjugador Giovanni Hernández con el Atlético de Cali.

Quintabani con el equipo cuyabro desde el año 2020, mientras que Hernández dirige al cuadro vallecaucano desde el 2018.

Uno de los hombres que ha contado con cierta estabilidad es Julio Comesaña dirigiendo al Junior, quien aseguró que en Colombia los directivos siempre hablan de proyectos de dos a tres años, pero son contados los casos en que ello ocurre. “Se contrata a un entrenador: si gana, se queda; si pierde, se va. A algunos le dan un partido más, pero es muy difícil que aguanten la presión”, comentó.

También manifestó que hay diversas situaciones que conspiran contra la estabilidad de los técnicos: “Los futbolistas que se destacan rápidamente se van al exterior, los torneos cortos no ayudan y las divisiones menores de la mayoría de los clubes no funcionan de forma coordinada con el equipo profesional, y cuando no son ninguna de esas dificultades, los equipos no tienen el dinero para sostener un proyecto exitoso”.

En la actualidad van 8 técnicos descabezados y los mencionados anteriormente le hacen el quite a la “guadaña”. Los que se quedaron sin trabajo son José Alberto Suárez (Envigado), Mario García (Chicó), Néstor Craviotto (Huila), Hernán Darío Gómez (Junior), Juan Cruz Real (Tolima), Pompilio Páez (Jaguares), Alexis Márquez (Bucaramanga) y Andrés Orozco (Envigado).