¿El futuro de las corridas de toros? Crean método para usar estos animales sin lastimarlos
Una ciudad del estado de California, en Estados Unidos, creó un nuevo método para que se puedan seguir haciendo las corridas de toros, sin violar las leyes ni herir a los animales.
Una ciudad del estado de California, en Estados Unidos, creó un nuevo método para que se puedan seguir haciendo las corridas de toros, sin violar las leyes ni herir a los animales.
Los eventos taurinos han sido, desde hace mucho tiempo, una de las más grandes polémicas en diferentes zonas del mundo pues, aunque corresponde a una actividad cultural y a una tradición, es cada vez más evidente el sufrimiento al que son expuestos los toros para entretener al ser humano en esta clase de espectáculos.
Es por esta razón que, defendiendo los derechos de los animales, son muchos los lugares que han prohibido estas y otras prácticas que puedan llegar a lastimarlos con leyes, como es el caso de Turlock, una ciudad ubicada en el estado de California, en Estados Unidos; sin embargo, los empresarios y la misma población que se niega a dar por terminada la tauromaquia, teniendo en cuenta que hace parte de sus raíces.
Precisamente por ello, se las han ingeniado y han creado un nuevo método para continuar con las corralejas sin afectar o herir al animal, aunque todo el protocolo sigue siendo el mismo, tal como lo dieron a conocer a 'AFP'. Justo cuando la persona esquiva al toro sobre un caballo, clava un banderillazo en su lomo como es costumbre, pero en esta ocasión el animal no derrama ni una gota de sangre, pues lleva sobre sí mismo un cojín y las banderillas tienen velcro en lugar de lanzas, por lo que solo se pegan allí sin atravesar su piel.
Otro de los cambios es que el animal no es asesinado en la plaza, como suele hacerse en tauromaquia española, sino que entra en acción “la brigada suicida”, un grupo de 8 aficionados que inmovilizan al toro para representar la derrota y la “muerte”; se dejan embestir hasta que como equipo logran controlarlo.
Y es que, en dichas tierras la tauromaquia se trata de una tradición portuguesa que se intenta mantener viva, por lo que a pesar de las modificaciones para no violar las leyes que prohíben herir a los animales, todo es igual, “la escuadra, los toros, los caballos, el público”, explica Soller García, torero profesional proveniente de Lisboa que asistió a uno de esos eventos, según lo da a conocer el portal ‘La Lista’.
El único cambio evidente es el peso de los toros, pues como el debilitamiento es menor gracias a que no pueden ser heridos, se necesita que sean más livianos, motivo por el cual pesan entre 400 y 450 kilos; no obstante, teniendo en cuenta que se sigue provocando la furia del toro, se le confunde, se le agota y se le puede provocar miedo durante todo el evento, especialmente en el momento de la inmovilización, defensores de los animales se preguntan si estas medidas son suficientes o podría seguir siendo considerado un acto de maltrato animal.