Por: Jessica Mutis • Colombia.com

Bogotana orgullo nacional al tener la oportunidad de ver cómo se creó el sistema solar en la NASA

La astrofísica María Claudia Ramírez Tannus, bogotana que a sus 33 años fue admitida para hacer parte del grupo investigativo entorno a uno de los mayores proyectos de la Administración espacial.

La colombiana tiene descendencia costeña y boyacense. Foto: Twitter macla_rt
La colombiana tiene descendencia costeña y boyacense. Foto: Twitter macla_rt

La astrofísica María Claudia Ramírez Tannus, bogotana que a sus 33 años fue admitida para hacer parte del grupo investigativo entorno a uno de los mayores proyectos de la Administración espacial.

Claudia habló en exclusiva con Infobae y detalló varios datos importantes de su vida. De su familia comentó que tiene descendencia costeña y boyacense. La astrófisica de profesión indicó que se gradúo como profesional en física de la Universidad de los Andes, en el año 2011; luego, emigró a Alemania, en busca de seguir con sus sueños y lo que ella considera, es el “rumbo normal” de una científica. En Europa estudió su maestría de ciencias físicas, del Instituto de Computación Astronómica (ARI por sus siglas en alemán), en el año 2014 y 4 años después obtuvo su título postdoctoral en astrofísica del Instituto de Astronomía Anton Pannekoek, en Ámsterdam, Países Bajos. 

Aunque para muchos, es joven para lo que ha logrado, ella infiere que está al nivel de cualquier colega “Pues de verdad, yo no soy joven, mucha gente que está a mí mismo nivel académico tiene mi edad, porque normalmente cuando uno hace Ciencias Básicas nosotros estudiamos hasta el final del doctorado, o estudiamos todo seguido; no es que tengamos experiencia en la industria o algo así, entonces a mi edad es normal. Más o menos digamos”.

Así mismo, dice que su gusto surgió en la secundaria inspirándose en una de las materias que más le gustaba y la llevaba a cuestionarse sobre la vida, además según relata el profesor que la dictaba, explicaba todo mediante esta materia, cualquier evento que sucediera lo sustentaba con algún concepto, por lo que la atrajo a esa búsqueda de conocimiento. Además de querer entender el porqué de las cosas, se suma su curiosidad natural y ‘hambre’ de viajar por el mundo, por lo que, además, terminó interesándose por la astronomía.

Entre sus aventuras ha logrado conquistar diversos países para alimentar su conocimiento así mismo desafiar, la curiosidad de conocer ‘nuevos mundos’ para estudiar y vivir como en México, Portugal, Alemania y Países Bajos.

María Claudia se postuló a una convocatoria del consorcio de las agencias espaciales (NASA, ESA y CSA), abierta para todos los astrónomos del mundo, con la idea de investigar cuál es el efecto de estrellas masivas sobre los discos proto - planetarios, y de todas las posibles propuestas presentadas, unas mil aproximadamente, un grupo de analistas decide cuáles son las más relevantes y posiblemente realizables.

Sobre la previa llegada a la NASA explicó “mientras escribimos la propuesta con mi equipo y hasta que la mandamos yo estaba embarazada, todavía no era mamá, todavía tenía tiempo. Cuando nos dieron la noticia de que íbamos a tener tiempo, mi hija tenía un mes de nacida o algo así. La niña va a la guardería, nos turnamos para que cada uno pueda tener su carrera y pueda trabajar, entonces un día la recojo yo y yo paso las tardes con ella; otro día él. Ha sido difícil, no voy a decir que no, es difícil encontrar un balance y sentir que uno hace suficiente para el trabajo y suficiente para la familia, pero pues ahí vamos”.

Pues bien, así, su objetivo principal entre muchos otros es entender el comportamiento de las estrellas. Desea, continuar con sus estudios y lograr el financiamiento para crear su propio grupo de investigación, pero su sueño más grande, que según ella es el de todo científico, es lograr establecerse permanentemente en la academia, siendo profesora o cómo investigadora.

Pero Maria Claudia no fue la única favorecida en lo relacionado con el James Webb, pues hay otra colombiana, Sofía Rojas, que también realizará otro proyecto con el James Webb, enfocado a las galaxias lejanas; pero, aunque no son amigas, de hecho, ni siquiera trabajan juntas, ambas son investigadoras del Max Planck (red de institutos de investigación en Alemania. Cómo colegas se enteraron del logro de cada una y allí empezaron a conversar, esto demuestra el talento que tienen los jóvenes y científicos colombianos, no solo en la física y la astronomía, en todas las ciencias en general.