Robot buceador humanoide desciende las profundidades hasta 1.000 metros

El robot cuenta con 1.5 metros de largo y está especialmente diseñado para bucear e internarse en sitios como barcos o aviones hundidos en el fondo del mar, posee además brazos, manos y ojos con una visión 3D que le permiten capturar el mundo submarino a todo color. En su parte trasera cuenta con computadoras y ocho propulsores multidireccionales para maniobrar con cuidado en los frágiles barcos hundidos.

Esta creación es un elemento importante para ir más allá de las zonas que aún no se exploran, el 95% del volumen de los océanos está todavía sin explorar por ello, la ciencia tras pasar los años le apunta a la creación de diferentes herramientas como trajes de buceo y submarinos.  

Para manejar a OceanOnek un operador en tierra controla al robot buceador, aunque por su inteligencia artificial cuenta con procesos automáticos y gracias a la tecnología la experiencia de manejo es muy realista, tiene un sistema de retroalimentación háptica (basada en el tacto) que hace que el operador sienta la resistencia del agua, así como los contornos de los objetos que el robot va tocando.

El proyecto se empezó a maquinar en el año 2014, junto al profesor Oussama Khatib especialista en robótica de la Universidad de Stanfordcon, los estudiantes y la asociación con arqueólogos de aguas profundas para enviar al robot a sus primeras inmersiones. De acuerdo al docente este tipo de robots no se limita a alejar a los seres humanos de los espacios peligrosos e inalcanzables, sino que buscan ser útiles para adquirir materiales, construir infraestructuras marinas, realizar operaciones de prevención y recuperación de catástrofes.

Por otra parte, respecto a lo que afirma Oussama, la Agencia Espacial Europea ha expresado interés en el robot, el cual por el momento ha explorado un avión Beechcraft Baron F-GDPV hundido, el barco de vapor italiano Le Francesco Crispi, un barco romano del siglo II frente a Córcega, un avión Lightning P-38 de la Segunda Guerra Mundial y un submarino llamado Le Protée.

Cabe resaltar que en el año 2021 el humanoide se sumergió en aguas del Mediterraneo alcanzando profundidades de en un principio 124 metros (406 pies) hasta el submarino, 334 metros (1.095 pies) hasta los restos del barco romano y, en última instancia, 852 metros (0,5 millas) para demostrar que tiene la capacidad de sumergirse a casi 1 kilómetro.