Resurrecciones y otros milagros del niño Jesús no documentados en la Biblia

Uno de los aspectos menos conocidos de la vida de Jesús fue su infancia. Si bien los evangelios canónicos no ahondan en este aspecto, existe un texto apócrifo que da luces de lo que fue la niñez del hijo de Dios en compañía de su familia. El texto, conocido como el Evangelio de la Infancia de Tomás, habría sido escrito entre el 150 y el 200 d.c y recopila algunos relatos orales sobre los primeros milagros de Jesús.

Entre los varios acontecimientos que menciona el evangelio se encuentra un evento que recuerda a la creación del mundo planteada en el Génesis. Jesús a la corta edad de 5 años jugaba junto a un arroyo a purificar las aguas y a hacer 12 pequeños gorriones con el barro junto a las aguas. Las figuras, tras la orden de volar de Jesús, extendieron sus alas, cobrando vida y piando a viva voz. El hecho, claramente sorprende, generó gran revuelo entre los judíos que pudieron atestiguarlo.

Aunque uno de los milagros más destacables de Jesús registrados en los evangelios es la resurrección de Lázaro, según el Evangelio de la Infancia de Tomás, no fue ni la primera ni la única vez que el nazareno regresaba la vida a alguien. Según señala el texto, en una ocasión en la que Jesús compartía con otros niños uno de ellos cayó de una terraza y murió. Jesús, el único de los menores que se acercó al cuerpo, fue culpado por los padres del menor de empujarlo, por lo que este le regresó a la vida para que contara los acontecimientos.

‘Más Jesús se tiró de la terraza abajo, se detuvo cerca del cuerpo del niño caído, y gritó a gran voz, diciendo: Zenón (porque tal era su nombre), levántate, y dime: ¿Soy yo quien te hizo caer? Y, habiéndose levantado inmediatamente, el niño repuso: No, Señor, tú no me has hecho caer, sino que me has resucitado. Y los espectadores del lance quedaron conmovidos de asombro. Y los padres del niño glorificaron a Dios por el milagro cumplido, y adoraron a Jesús’, Evangelio de la infancia de Tomás cap XVII.

También se menciona una ocasión en la que el niño Jesús, sintiendo piedad por una mujer que acababa de perder a su hijo, decide obrar en él y devolverle la vida.

‘Más tarde, murió un niño en la vecindad, y su madre lloraba mucho. Y Jesús oyó el clamor de su gran pena y se apresuró a acudir. Y, hallando al niño muerto, le tocó el pecho, y dijo: Yo te mando, niño, que no mueras, sino que vivas, y que te quedes con tu madre. Y en seguida el niño abrió los ojos, y sonrió. Y Jesús dijo a la mujer: Tómalo, y dale leche, y acuérdate de mí'. Evangelio de la infancia de Tomás cap XVII

Y, viendo esto, la gente se llenó de admiración, y decía: En verdad, este niño es un Dios o un ángel de Dios, porque toda palabra suya se convierte en un hecho. Y Jesús se fue a jugar con los demás niños’.

Estos hechos se habrían registrado antes de que Jesús, a la edad de 12 años, se perdiera durante 3 días al interior del templo, aprendiendo y predicando la palabra de Dios, uno de los hechos relatados también en el evangelio de Lucas.