Mujer entregó una alta suma de dinero a hombre que afirmó ser "Jesucristo"

De acuerdo a lo relatado por la mujer a medios internacionales, la suma fue de aproximadamente 2 millones de pesos, el hombre la contacto para pedirle una ayuda, argumentando que él era Jesucristo, el salvador del mundo.

El suceso ocurrió el pasado 8 de julio y fue por medio de un número desconocido que se contactó con ella, por su parte, el hombre al otro lado de la línea advertía ser “Jesucristo Rey”, y requería de una importante ayuda por parte de ella. La excusa que usó el supuesto salvador del mundo fue que estaba varado en el aeropuerto internacional de la ciudad de Miami, en el estado de Florida, Estados Unidos.

La situación, claramente conmovió a la mujer residente en la localidad de Caguas, Puerto Rico que no dudo en ningún momento de su solidaridad para ayudarlo sin reproche alguno. El dinero según la información internacional, seria para sacer de los problemas en los que lo único real era el hecho de que se encontraba en el aeropuerto donde debía pagar esa importante suma por el ‘equipaje extra’ que llevaba consigo.

Ante el suceso, la mujer “sintió” que debía acceder a realizar el envió de 500 dólares, tras la recepción de los datos de su destinatario, la mujer procedió a adelantar los trámites correspondientes con la transacción bancaria, guardando aún la fe de haber sido contactada por el ‘salvador del mundo’. Pero fue hasta pasadas unas horas que la víctima dedujo que se trataría de un estafador. 

Al intentar contactar de nuevo al destinatario de sus ahorros y generosa donación, la mujer pudo percatarse que, habiendo recibido ya el dinero, el delincuente había decidido bloquearla, para desaparecer.

Después de aceptar la pérdida de su dinero, la mujer se contactó con las autoridades locales para ponerlos al tanto de la situación y evitar que más personas cayeran en sus asechos. Así mismo con la esperanza de recuperar su dinero. 

Frente a esta situación, y otras modalidades de estafa, las autoridades han recalcado la importancia de tomar medidas preventivas para evitar ser objeto de esta clase de delitos, modalidad en la que también recaen la modalidad de la famosa “llamada del sobrino a la tía”, y la de la petición de un amigo para recibir una encomienda que “para no quedar en manos de la aduana” requiere de un pago adicional.