Por una buena causa mujer de 93 años voló atada al ala de un avión

La mujer habitante del condado de Gloucestershire en Reino Unido, no solo realizó la hazaña sobre el avión, sino que se atrevió a dar un giro en el aire lo que la condecoró con un Guinness Record. Y es que sin duda se demuestra una vez más que la edad es solo un número y por más que se presenten desafíos, está en la confianza de las capacidades el poder hacerlos.  “A mi edad no puedo correr, así que busqué otras ideas”, contó al medio británico Lad Bible. “Pensé ‘creo que podría hacer eso’, ¡y eso fue lo que me hizo empezar!” señaló.

Su reto estuvo pensado siempre en poder recaudar fondos para la organización benéfica de cuidados paliativos Sue Ryder. Gesto que tuvo en agradecimiento a la organización por cuidar a un familiar y amigos. Pues esta no es la primera vez que se arriesga en este tipo de actividades extremas, a la edad de 89 años ya había realizado una maniobra similar, logrando recaudar 27.905 dólares (más de 116 millones de pesos colombianos). 

“Mi salud está mucho mejor porque mi osteópata trabajó mucho con mis dolencias; en un momento ni siquiera podía girar la cabeza. Ser capaz de subir al avión y volver a bajar es un logro suficiente para mí. Mi querida nuera y mis nietos me respaldan todo el tiempo”, declaró Bromage. Pues padece de artritis en el cuello y tuvo por 12 meses un marcapasos. 

A parte del reconocimiento de todos sus seguidores en redes sociales, la anciana fue distinguida con el premio ‘ITV Pride of Britain’ debido a su calidad humana y también valentía. Entre sus propósitos, estaba el de demostrar que no había perdido su vitalidad. A medida que envejeces, las cosas no son tan fáciles como solían ser, pero tenía muchas ganas de intentarlo: ¿qué tienes que perder a mi edad?”. 

Fue el pasado 4 de agosto cuando realizó la hazaña de acuerdo a la fundación Sue Ryder, la mujer comentó después del viaje “Fue genial. Mis mejillas se movían un poco con el viento allá arriba, pero realmente lo disfruté. ¡Quería probar que todavía podía hacerlo!”.  

Desde entonces, la desafiante aventurera Betty ha completado cuatro paseos aéreos, la tirolesa más rápida del mundo en Snowdon y descendido en rappel por la Eagle Tower de 161 pies en Cheltenham, recaudando así dinero para organizaciones benéficas locales a través de su intrépida forma de aportar a la recaudación de fondos.