Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Cerro de María Auxiliadora, paz, consuelo y turismo en la bella geografía de Contratación, Santander

El cerro de María Auxiliadora, en Contratación, Santander es un refugio de paz, consuelo y turismo en la bella geografía de un destino poco conocido pero digno de visita y admiración.

El cerro de María Auxiliadora vigila a la población de Contratación en el departamento de Santander. Foto: Facebook Wilson Raúl Carreño Velasco
El cerro de María Auxiliadora vigila a la población de Contratación en el departamento de Santander. Foto: Facebook Wilson Raúl Carreño Velasco

El cerro de María Auxiliadora, en Contratación, Santander es un refugio de paz, consuelo y turismo en la bella geografía de un destino poco conocido pero digno de visita y admiración.

Lázaro, el personaje bíblico al que Jesús resucitó de la enfermedad y de la muerte, sirvió como nombre para todos aquellos lugares destinados a la reclusión de los enfermos de lepra, o enfermedad de Hansen, y en Colombia existió uno de ellos, no tan mencionado como Agua de Dios, pero con una historia tan trágica, apasionante y llena de fe.

El lazareto de Contratación fue conformado en un lugar de la geografía santandereana de difícil acceso, famoso por ser el centro del comercio de la quina en el país desde la mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, por eso su nombre de Contratación o “contrata”, pues allí se hacían los contratos de quina, una planta con amplias propiedades curativas muy apetecida por aquella época.

El lazareto o leprocomio de Contratación fue destinado por el Gobierno Nacional para ser constituido en la zona comunera de Santander, muy cerca de la selva del Opón, un tupido e inexpugnable lugar de vegetación virgen rodeado de cordilleras agrestes que hacía parecer que el mundo terminaba allí.

Enfermos de Hansen llegados del departamento de Santander, también de diferentes lugares de Colombia y de Europa fueron confinados en Contratación, aunque algunos simplemente fueron abandonados a su suerte porque antes padecer de lepra era estar condenado al desprecio y la marginación, pues los enfermos valían menos que los mismos animales, todo producto de la ignorancia y maldad humana.

Sacerdotes de la comunidad salesiana de Italia, Alemania y España viajaron junto con monjas a atender a los enfermos de lepra en un verdadero ejemplo de bondad y entrega, pero hacia los años cuarenta el número de enfermos había crecido y las autoridades sanitarias nacionales ya no podían continuar manteniendo el lugar, así es que habían decidido clausurarlo dejando en el limbo a los pacientes, muchos de los cuales no soportaban su condición y se arrojaban por los abundantes despeñaderos de la región.

Enfermos y varios religiosos prometieron a la patrona, la Virgen María, que si los mantenía con vida edificarían un monumento en su honor y así lo hicieron, construyeron un hermoso santuario en el cerro tutelar del municipio cuyo camino cubierto con losas de piedra, y en la cumbre una enorme figura de la madre de Jesús vigila desde 1954 la vida diaria de la población, que muy devota asiste y paga promesas por curaciones y múltiples favores recibidos.

La devoción hacia la virgen del cerro crece con los años, pues contrateños, santandereanos y colombianos de todos los lugares visitan cada año el monumento, pero su fama ya cruzó las fronteras y fieles de todas las latitudes llegan a este municipio de enorme vitalidad para hacerle una visita a la “mamita María”, pero también para disfrutar de una población de días calurosos y noches muy frescas cuyos habitantes son amables y siempre dispuestos a hacer sentir al visitante como en casa.

La visita al cerro de la virgen o Monumento a María Auxiliadora es una caminata llena de alegría y de fe, es un viaje en el tiempo que evoca el esfuerzo de enfermos de lepra que entregaron su sufrimiento a la madre que consuela y reconforta de todos los males.

Desde Bogotá y Bucaramanga se puede viajar de forma directa a Contratación, aunque también se puede hacer desde Oiba y El Socorro, un viaje recomendadísimo para practicar un turismo diferente en un paraje que poco aparece en las promociones y que nos conecta con nuestra variada idiosincrasia y geografía colombiana.