Viva una experiencia de relajación a 180 metros bajo tierra y entre paredes rocosas salinas

El Spa Desal, cuenta con paredes de roca salina, y una adecuación al nivel de cualquier espacio dedicado a la tranquilidad, donde el usuario podrá experimentar masajes relajantes, exfoliaciones, aromaterapia, entre otros.

Esta es una apuesta directa a la reactivación del turismo, la Catedral de Sal es una parada obligada para los viajeros que llegan a Cundinamarca, al ser uno de los sitios turísticos más representativos de épocas pasadas y la religión. Cuenta con más de 200 años de historia. En el año 2019, recibieron cerca de 600 mil visitantes. Para este año calculan que esa cifra puede rondar los 700 mil, de acuerdo al diario El Tiempo.

Yenny Paéz, gerente de la Catedral de Sal de Zipaquirá, cuenta en entrevista con el medio anteriormente nombrado, que el proyecto surgió con el objetivo de ofrecer “una experiencia única en donde se pueda disfrutar de los beneficios de la naturaleza, especialmente del legendario poder curativo que tiene la sal. Además, es un escenario en donde todas personas del mundo pueden tener un espacio de conexión entre la mente, el cuerpo y espíritu”.

Después de realizar la ruta completa, entre las que podrá ser partícipe de actividades como, la ruta del minero, la cúpula, el muro de escalar y el show de mapping, encontrará el nuevo atractivo, en la que, de acuerdo a la funcionaria, podrá elegir entre cuatro tipos de masajes; masaje corporal de relajación, masaje ‘desal’ facial, masaje descanso pies y piernas y masaje relajante cuello y espalda.

Su horario es de domingo a domingo, de 9 de la mañana y hasta las 5:40 de la tarde. Aunque puede llegar sin previa reservación, si su idea es adquirir el servicio para una fecha especial sí se sugiere hacer uso de las líneas de atención previamente para agendar y adquirir los planes especiales.

En cuanto al valor, podrá acceder con un mínimo presupuesto de 69.500 pesos colombianos, y si ya desea una sesión más robusta podría superar el millón de pesos. “La sal puede ayudar a liberar del cuerpo tensiones generales, contracturas musculares, agotamiento nervioso y alteraciones comúnmente causadas por el estrés. También favorece una correcta digestión y la eliminación de líquidos en el cuerpo, lo que provoca que estimule el apetito, por eso no solo es un espacio turístico, sino un espacio que aporta a nuestra salud mental y física”, apunta Lucero Aguilera, jefe de prensa de la Catedral de Zipaquirá.