Viajar a Santa Marta: 5 atractivos que son imperdibles de conocer en Santa Marta

Si no has visitado el centro de Santa Marta y solo vas en plan de "playa y arena", estos son los 5 puntos turísticos que deberías conocer, en un paseo a este destino. 

Catedral de Santa Marta

De los lugares más conservados, en su valor histórico y belleza está la Catedral de Santa Marta, que fue una de las primeras en ser construídas por los españoles en 1.765, está llena de leyendas y una de ellas, es que dentro de la infraestructura está "escondido" el corazón del Libertador Rodrigo de Bastidas, quien fundó la ciudad. Es uno de los atractivos imperdibles de la ciudad, por su estilo renacentista y su preservación. 

Parque de los "novios"

Si hay un lugar para ver los atardeceres de Santa Marta, además de sus playas, es el Parque de los "novios", es reconocida por los locales como Parque Santander, allí puedes disfrutar de un delicioso tinto y variedades de amasijos, este es el lugar. 

El Morro de Santa Marta

Sirve como el punto de los "faros" donde los barcos son iluminados para salir y entrar, de la bahía. Esta colina rocosa fue utilizada para proteger a Santa Marta de los ataques de los pirates, que eran bastante habituales durante la época de la Conquista y la Colonia, con el paso de los años fungió como una prisión "alejada" para los insurgentes. ¿Ya sabías de este morro? 

Casa de la Aduana 

Es uno de los atractivos "imperdibles", ya que funge como un museo en que se "resguardan" piezas de orfebrería y cerámica, la casa de la Aduana, tiene habilitadas para visitar 4 salas que tienen expresiones de las sociedades prehispánicas, la gente del Magdalena y las historias de la Casa Aduana y Bolívar. 

Parque Bolívar 

Es una de las plazas principales de Santa Marta y fue diseñada por lols españoles que daban una construcción urbana pero con espacios verdes y así se ha mantenido a lo largo de los años, queda ubicada entre las carreras 1 y 3 con calles 14 y 15, el Parque Bolívar es el lugar favorito de los locales, ya mayores, que se sientan a resguardarse bajos sus árboles, a leer libros y periódicos, o simplemente a divertirse con las típicas tertulias.