Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Chiquinquirá, Boyacá: Historia, fe y cultura en un solo destino

Recorre Chiquinquirá, el corazón religioso de Colombia. Vive su encanto colonial, su famosa Basílica y su cultura única.

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Chiquinquirá pueblo sacerdotal. Foto: Shutterstock
Chiquinquirá pueblo sacerdotal. Foto: Shutterstock

Recorre Chiquinquirá, el corazón religioso de Colombia. Vive su encanto colonial, su famosa Basílica y su cultura única.

Una vista con fe:

“De Chiquinquirá yo vengo de pagar una promesa y ahora que vengo solito dame un besito Teresa”, con este tono picaresco se le hizo una pequeña variación para que fuese interpretada por la famosa actriz francesa Brigitte Bardot en los años sesenta, quien ataviada de ruana, sombrero y trenzas grabó un disco que contenía dicha canción y que logró hacer que esta bella población fuese nombrada y conocida en el mundo no solo por su condición de ciudad religiosa.

Los Chibchas la llamaron Xequenquirá, hogar de los xequenquiraes y lugar pantanoso y cubierto de nieblas, aunque también se le llamaba pueblo sacerdotal debido a que era centro de ceremonias en la isla de la laguna de Fúquene por parte de tribus muiscas. Un destino religioso lleno de amor y cultura. 

Chiquinquirá es uno de los atractivos más importantes del departamento de Boyacá y pasó de ser en un par de siglos, centro ceremonial indígena a centro de peregrinación católica nacional debido a que La Virgen del Rosario hizo aparición en esta población y desde entonces es considerada como la patrona y reina de Colombia y su devoción sobrepasa las fronteras departamentales e incluso nacionales.

Pagarle una promesa a la Virgen de Chiquinquirá es una cuestión de fe, son miles los fieles que se dirigen a esta población a pedir un favor a la patrona y también para agradecerle por otros tantos que han recibido. Está ubicada en el Valle de Saravita en medio del bosque de Terebinto en el occidente del departamento de Boyacá, muy cerca, en la laguna de Fúquene nace el río Saravita, más conocido como Suárez y que recorre los departamentos de Boyacá y Santander para desaguar su cuerpo en el río Chicamocha.

Cuenta con una gran tradición de artistas talladores de Tagua y madera, materiales que forman artesanías muy apreciadas por los turistas, también es famosa su producción de guitarras, tiples, bandolas y demás instrumentos de cuerda, herramientas que cuentan con un gran número de adeptos a ellas debido a su calidad, sonoridad y belleza.

Visitar Chiquinquirá, es un destino religioso que se subyace en cuestión de fe y devoción por la Virgen del Rosario de su mismo nombre, Ciudad visitada por el Papa Juan Pablo II en 1986. Ingresar a su Basílica de Nuestra Señora del Rosario es una obligación, ya que encierra arte e historia, también es un gran atractivo turístico admirar la Estación del Ferrocarril, Monumento Nacional que actualmente sirve como sede del Palacio de la Cultura Rómulo Rozo.

Pero si su fe está más relacionada con el turismo y la música que con la reflexión y la oración no deje de visitar el Monumento a la Guabina Chiquinquireña, la Calle Peatonal, un lugar lleno de historia, el parque en honor al poeta de la ciudad, Julio Florez, La Colina María Ramos y La Plaza de la libertad. Disfrute de la gastronomía típica boyacense afamada en el país y diestramente preparada en esta tierra por manos expertas.

Visitar es una cita con la historia de este destino religioso de nuestra nación, pero también con el amor porque aquí puede resultar bendecido y como dice la famosa Guabina Chiquinquireña: “Sí,sí, sí dulce y bella noviecita, niña de mi corazón, vamos a ver a la Virgen y a pedirle protección”.

Chiquinquirá lo espera, póngale toda la fe y pronto estará allí disfrutando de un magnífico lugar.

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