Museo Casa de la Cultura Isleña: El más placentero y enriquecedor viaje en el tiempo de una cultura viva
Una casa hecha en madera que ofrece una experiencia similar a un viaje en el tiempo.
Una casa hecha en madera que ofrece una experiencia similar a un viaje en el tiempo.
El encanto de la cultura sanandresana es único y se ve reflejado en sus construcciones, enormes casas de pino machihembrado con techos de ciprés que guardan la mezcla europea con el espíritu africano, herencia de esta isla que orgullosamente lo pregona, lo muestra y lo vive.
La arquitectura de San Andrés es una completa armonía con el entorno natural resaltando la interpretación que los isleños tiene de la vida; un alma libre y que respeta y valora el terreno que la naturaleza les entregó para habitar, una expresión vital del sentimiento raizal que comunica alegría y un apego a su lugar y a sus costumbres que permanecen activas en medio de un clima cálido que invita al goce y a la plenitud del espíritu.
El Island House o Casa de la Cultura Isleña resalta la historia raizal de una raza con una identidad plena, es una muestra de las costumbres y la historia de los isleños que con altivez muestran al mundo para decirle que existe un pueblo con un marcado sentido de pertenencia que tiene una huella honda que quiere marcarse con el tiempo y con la brisa que acaricia a quienes tienen el privilegio de visitar este paradisiaco lugar del Caribe embrujador.
Las fotografías que hacen parte del documento histórico de la isla son inquietantes y maravillosas, permiten que quien las contempla se adentren en un viaje a través del tiempo, en el cual se comprueba que existe un encanto que se mantiene imperturbable, así los vientos huracanados y sus embates hayan puesto más de una vez a tambalear su geografía, pero jamás su tesón y valentía.
En un recorrido de 30 minutos el visitante podrá deleitarse con la magia de la historia, un abrebocas a una cultura que abre sus brazos al encuentro de una cómoda e inigualable estadía, por eso quien tiene la oportunidad de acercarse a la cultura del archipiélago disfruta del toque característico de una porción terrestre que no tiene comparación.
El lugar cuenta con un parqueadero, zona de snacks y kiosko para eventos, escenarios que brindan comodidad y tranquilidad mientras el cuerpo se prepara para una emoción a la que no se puede negar. Está ubicada en el kilómetro 5 de la Avenida Circunvalar.
El Calypso, el Reggae, el mentó y la Jumping Polka ponen a vibrar la construcción ósea de los turistas en una estructura fiel a las casas de la época de la colonia británica, que más que un lugar de habitación es el hogar de la identidad isleña, que vive y perdura en el carácter de sus habitantes.