Santa Marta

Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Acuario y Museo del Mar del Rodadero: Homenaje a la vida que los Tayronas veneraron

El Acuario y Museo del Mar del Rodadero es un acuario público y un museo marítimo situado en la ensenada Inca Inca frente a la playa El Rodadero en Santa Marta.

Los defines, un show imperdible en el acuario. Foto: Instagram @chipviajero.
Los defines, un show imperdible en el acuario. Foto: Instagram @chipviajero.

El Acuario y Museo del Mar del Rodadero es un acuario público y un museo marítimo situado en la ensenada Inca Inca frente a la playa El Rodadero en Santa Marta.

Junto a la playa Inca Inca existe uno de los más bellos atractivos turísticos de Santa Marta, que al igual que el nombre de la extensión de arena junto al mar es doblemente bello porque reúne la espléndida geografía del Caribe con la majestuosidad de la vida animal. 

Las especies del Atlántico son fascinantes y son un símbolo del mar, un complemento a la exuberancia con que esta fascinante tierra se ofrece generosa a sus visitantes en un acuario público y en un museo marítimo que muestra la riqueza de su entorno.

Al acuario de Santa Marta se llega en lancha y allí se pueden divisar las 13 piscinas con conexión directa el mar y 15 acuarios de vidrio que albergan más de 805 animales entre los que se destacan tiburones, delfines, leones marinos, tortugas, crustáceos, peces y aves; especies propias de la
región en un 98%.

El acuario es un homenaje a la cultura Tayrona que habitó estas tierras y navegó el Caribe, llamado así por la bravía familia indígena que habitó el norte de Suramérica y las Antillas.

Los Tayrona fueron expertos navegantes y vivieron en armonía con su entorno, siempre respetando y rindiendo homenaje a las especies que luego de siglos han diezmado su número, pero que se mantienen vivas para perpetuar su existencia, la que le da color a esta parte de Colombia tan atractiva para propios y extraños.

El acuario rinde homenaje a los ancestros, por tal razón destina un recinto museo para exhibir especímenes disecados y equipamiento náutico, y también para extender la conexión que las tribus tuvieron con el mar, al que respetaron y disfrutaron. 

Este acuario fue un sueño hecho realidad por un hombre que amó el mar como ninguno, Francisco Ospina Navia, un bogotano que no quiso ser marinero de agua dulce y se estableció en Santa Marta porque se enamoró de este lugar, allí dedicó gran parte de su vida a la protección de las especies y a lograr consolidar a la capital del departamento de Magdalena como importante centro turístico de Colombia.

Las fiestas del mar en Santa Marta fueron una creación del “Capi” Ospina Navia y fueron el
verdadero inicio del desarrollo cultural y turístico de la bahía más linda de América.