La pirámide antártica: Un hallazgo del 2016 que sigue generando intrigas

Un nuevo hallazgo de pirámides se ha encontrado en la Antártida, en uno de los lugares más aislados, las cuales han sido comparadas con las pirámides de Egipto pero en una condición climática completamente opuesta.

 

Los científicos han quedado perplejos ante las formaciones geológicas que se descubrieron por medio de imágenes satelitales en las últimas décadas, las cuales desafiaron la compresión convencional de la arqueología. Estas lograron llamar la atención debido a su similitud a la figura de las pirámides egipcias, pero a su vez generaron bastantes incógnitas.

 

Según algunas teorías, han dicho que estas pirámides pueden ser los restos de alguna civilización perdida bajo las aguas Antártida, incluso en épocas cuando la zona no estaba tan cubierta de hielo, pero lo que se concluye entre diversas opiniones es que ha sido un proceso natural de la actividad humana en algún punto de la vida.

Según expertos, se habla de estructuras “nunataks” que hace alusión a los picos de las montañas que emergen de una superficie, en este caso del hielo, que debido al clima, las estructuras y la erosión formaron estas pirámides artificiales, sin embargo, a pesar de la evidencia que han revelado científicos, se refuta la idea de la creación de pirámides artificiales en la Antártida.

 

Por otra parte, lograr explorar esta zona terrestre puede tener algunas consecuencias, los cual lo hace un espacio con dificultad para explorar, cosa que ha hecho que la incertidumbre por estas pirámides aumente. Sin embargo, esta vista ha generado la idea científica de que es una formación natural, pero tras de ello existen leyendas que pueden alimentar algunas ideas de estos lugares desconocidos.

 

Estas erosiones naturales suelen ser por varias condiciones, tanto por congelación o descongelación, según el Dr. Mitch Darcy, geólogo del Centro Alemán de Investigación de Geociencias de Potsdam, para la revista IFL Science en 2016 que fue la fecha donde este fenómeno empezó a difundirse gracias a las imágenes compartidas de Google Earth por un usuario.