Aumento de peso: La consecuencia de dormir siempre con la luz prendida

La preocupación por la figura para mejorar la apariencia y para estar saludables es algo muy común en muchas personas, en especial en las mujeres. De hecho, para conseguir perder esos molestos kilitos de más probamos con toda una serie de estrategias, entre las cuales están las dietas, el ejercicio y los ‘productos milagrosos’, los cuales no logran cumplir con las expectativas.

Sin embargo, puede que no estemos prestando atención a pequeñas cosas que podrían estar siendo los causantes del aumento inexplicable de peso, y de que la tarea de bajarlos sea tan complicada. Ante esto, un estudio publicado por la revista JAMA Internal Medicine comprobó esta teoría al revelar que dormir con la luz encendida hace que una persona no pueda adelgazar.

¿Cómo se llevó a cabo?

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La investigación fue realizada con más de 43 mil mujeres entre 35 y 74 años de edad, a quienes se les realizaron algunas preguntas sobre su estilo de vida, para posteriormente analizar sus datos por 6 años, lo que les permitiría observar los cambios.

En el estudio se afirmó que la probabilidad de padecer de obesidad aumenta en un 33% en personas que duermen en ambientes iluminados; de hecho, esto hace que aumenten un kilo anualmente que, si bien parece muy poco, puede convertirse en un grave problema si no se le da la relevancia necesaria. 

¿Cuál es la explicación?

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Los investigadores hallaron un efecto de la luminosidad impresionante en el cuerpo humano, pues notaron que la luz retrasa los relojes corporales de cada individuo, los cuales a su vez se encuentran anclados al metabolismo; esto provoca que la digestión y la conversión de los alimentos en energía sea más lenta. 

No obstante, no solo se trata de las luces de una habitación, pues las emitidas por aparatos electrónicos como los celulares, las tabletas y los computadores también tienen los mismos efectos; por esta razón, es recomendable apagarlos en las noches. 

Otros estudios 

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Por otro lado, una publicación del American Journal of Epidemiology corroboró dicha teoría, en la cual analizaron a 113 mil mujeres para encontrar una relación entre la obesidad y la exposición a la luz en las noches. En este estudio se tuvo en cuenta también la actividad física, la duración del sueño, el consumo de alcohol y el hábito de fumar.

A partir de esto, los expertos afirmaron que la luz artificial puede retrasar la producción de melatonina, influir en la hormona del sueño y afectar el ritmo cardiaco del cuerpo, con lo cual el estado de ánimo cambia y la tarea de procesar los alimentos se dificulta. 

Ahora sabes que, si buscas bajar los kilitos de más para verte perfecta y ser saludable, deberías optar por apagar la luz y alejarte de todos los aparatos tecnológicos cuando te vayas a dormir; la ciencia lo recomienda.