Seis consejos para visitar a un recién nacido sin provocar un caos

A casi todos nosotros nos ha tocado emocionarnos con la llegada al mundo de un hermoso bebé.

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A casi todos nosotros nos ha tocado emocionarnos con la llegada al mundo de un hermoso bebé.

El nacimiento de un nuevo miembro ya sea un sobrino, un primo o el hijo de alguien muy cercano, siempre es un acontecimiento que nos lleva a emocionarnos con su dulzura e inocencia. Pero hay ciertas cosas que la madre de ese pequeño está viviendo y que no debemos pasar por alto.

Si tenemos planes de hacer una visita al nuevo bebé, procuremos hacer que nuestra visita se transforme en minutos valiosos le ayuden a la recién mamá a aliviar las múltiples tareas que seguramente tiene pendientes, mientras logra adaptarse al nuevo integrante de su familia. Por este motivo, ten a bien considerar los siguientes consejos si estás planeando hacer una visita de bienvenida a un pequeño ser:

1. Toma ciertas precauciones antes de visitar: Si tú o alguien cercano a ti ha estado enfermo durante los últimos 15 días, es mejor que no vayas de visita. El motivo es sencillo, el sistema inmunológico del bebé no está desarrollado completamente y podemos contagiarlo de enfermedades que si bien resultan simples de tratar para los adultos, para los bebés pueden resultar graves o aun mortales. Recuerda que aunque estemos sanos, muchos virus siguen siendo contagiosos incluso pasados 10 días desde el fin de la enfermedad.

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2. Lleva comida: Seguramente la madre del recién nacido no ha tenido tiempo de cocinar algo con tranquilidad. Asegúrate de llamarla antes de visitarla y pregúntale por sus gustos, recuerda que en periodo de lactancia no se pueden consumir todo tipo de alimentos.

3. Dale tiempo para que tome una ducha: No sabes lo angustiante que resultan ser las primeras duchas a solas: tener la puerta abierta, tratar de moverse rápido y volver a tomar a un pequeño que seguramente luego de 5 minutos necesita volver a amamantarse. Esta situación puede ser lo más estresante que puedas imaginar. Si estás ahí de visita, dile que vaya a bañarse tranquila mientras tú cuidas a su bebé. Asegúrate de entretenerlo durante unos minutos, seguramente esa mamá te lo agradecerá de por vida.

4. Acuérdate de la madre: Es común que todos lleven regalos para el recién nacido, olvidando casi por completo a la nueva madre. Siempre serán bien recibidos pequeños detalles: un nuevo collar, un accesorio, una tarjeta dando ánimo, cualquier cosa se vale para aminorar el stress o la depresión post parto.

5. Ayúdale con el quehacer de la casa: Si llegas de visita y te das cuenta que su casa está hecha un caos, es momento de poner manos a la obra. Ayúdale a ordenar juguetes (en caso de tener hijos mayores), de lavar los platos acumulados, regar las plantas o alimentar al perro. Aunque no lo creas, esas pequeñas tareas resultan muy complicadas de hacer cuando se tiene a un recién nacido en brazos.

6. No critiques: Deja que la nueva madre escuche su instinto, no caigas en lo que muchos hacen al pretender ser los padres perfectos de hijos ajenos. Deja que las emociones fluyan, omite comentarios acerca de si debe o no amamantar, tomar en brazos, acunar, dormir al bebé en la misma cama que ella, etc. Recuerda: “Un consejo no pedido, rara vez es bienvenido”. 

Como último detalle, lleva contigo tu cámara fotográfica y deja un bello e imborrable recuerdo de aquellos caóticos pero hermosos primeros días de vida del bebé, que ha llegado a aumentar la familia y la felicidad de todo su entorno.

Fuente: whatthegirl.com