Cirugías plásticas: Un problema cuando se convierte en una adicción
Los procedimientos estéticos se pueden volver un dolor de cabeza, cuando la persona tiene una baja autoestima.
Los procedimientos estéticos se pueden volver un dolor de cabeza, cuando la persona tiene una baja autoestima.
“Una adicción muy seria es a la cirugía plástica, a pesar de sus consecuencias negativas. Es una obsesión mental que impulsa a quien la padece, a modificar su cara hasta la deformación. Estos pacientes utilizan la cirugía para superar problemas psicológicos profundos, los que difícilmente se pueden mejorar con un bisturí.
Son pacientes que acuden a muchos cirujanos plásticos generales y faciales, generalmente son personas muy conflictivas, manipuladoras, inseguras, infelices y de manejo complicado, nunca están contentas con los médicos, ni con los resultados porque siempre buscan una perfección inalcanzable.
La misión del cirujano es la de aconsejar al paciente hacia la mejor opción, hasta incluso en algunos casos, recomendarles un psicólogo”, afirma la Dra. Alexandra Mora Hernández, Médica Otorrinolaringóloga de la Universidad del Rosario y Cirujana Plástica Facial de la Universidad CES.
Es importante que el especialista ayude a este tipo de pacientes a encontrar el equilibrio, reforzándoles el amor propio y su autoestima, ya que al no aceptarsenivalorarse, ningún procedimiento les va a servir. Es fundamental tratar de entablar una buena relación médico - paciente, hacer que cada uno se sienta cómodo y pueda formular todas las preguntas que deseen.
“Para lograr esto es necesario tener mucha paciencia, creatividad, disciplina, serenidad y buen juiciopara poder convertir el trabajo en arte y combinar el placer de realizarlo con la armonía propia del oficio.
Algo muy importante es informarle al paciente que ningún procedimiento quirúrgicoo no quirúrgico, tiene garantizado el resultado, y porúltimo, saber decir "no" cuando el paciente solicita algo desproporcionado o vemos que hay una adicción por las cirugías plásticas en quien nos consulta”, comenta la Dra. Mora.
Es natural que hombres y mujeres sean vanidosos y se preocupen por verse y sentirse bien, pero llevarlo al extremo, convirtiéndose en la principal preocupación, ya es un trastorno de personalidad donde la vanidad se convierte en una situación peligrosa.