Cinco recomendaciones para tratar el asma
Los cambios repentinos de clima ponen de manifiesto una gran cantidad de patologías respiratorias debido a la proliferación de virus y bacterias en el medio ambiente.
Los cambios repentinos de clima ponen de manifiesto una gran cantidad de patologías respiratorias debido a la proliferación de virus y bacterias en el medio ambiente.
Según el “Reporte Mundial de Alergia”, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la rinitis alérgica es una de las afecciones crónicas más comunes a nivel global que generalmente perdura durante toda la vida afectando aproximadamente al 25% de los niños y a más del 40% de los adultos. A pesar de que las cifras van en alza, comparándola con otras enfermedades, no está asociada a manifestaciones severas o de mortalidad, pero sí implica un impacto negativo en la calidad de vida de quienes la padecen.
Mas del 80% de los pacientes con asma tiene rinitis y del 10% al 40% de los pacientes que padecen rinitis en consecuencia sufren de asma. En el caso de vivir con una o ambas afecciones, llevar un estilo de vida activo requiere de un tratamiento adecuado y de mucha dedicación.
Los principales síntomas del asma son las sibilancias (o silbido en el pecho), dificultad respiratoria, opresión torácica y tos, los cuales se asocian a la limitación variable al flujo aéreo, es decir, dificultad para expulsar el aire de los pulmones, debido a que la patología inflama y estrecha las vías respiratorias.
Se estima que cerca del 12% de la población colombiana podría tener síntomas de asma, una de las principales enfermedades no transmisibles (ENT) en el mundo, cifra que viene en aumento en los últimos años, especialmente en la población pediátrica. “La falta de cumplimiento de un régimen de tratamiento puede aumentar situaciones de emergencia de las vías respiratorias. Por eso, desde Philips nos comprometemos y creamos soluciones integrales que hacen que sea más sencillo y más atractivo para los pacientes seguir un tratamiento, conservando un estilo de vida activo y saludable”, dice Alina Asiminei, líder del negocio Sleep & Respiratory Care de Philips Latinoamérica.
Los pacientes que padecen ambas afecciones (rinitis y asma) suelen respirar por medio de la boca poniendo en riesgo el sistema respiratorio, ya que la nariz funciona como un filtro de aire y se convierte en una barrera inmunitaria; la nariz es el primer órgano de choque para los microorganismos que penetran en la vía aérea. Al respirar por la boca gran parte del día, se exponen a un aire “desacondicionado” o de “mala calidad” (frío, seco y sucio).
La exposición repetida y prolongada de las vías respiratorias a un aire de esta calidad puede generar alteraciones funcionales, inflamatorias e incluso provocar el cambio en la estructura de la vía respiratoria y el no cuidado o prevención puede desencadenar despertares nocturnos, cansancio diurno, disminución de la actividad y ausentismo escolar y laboral.
Los cambios de clima empeoran drásticamente la rinitis y si ésta no es controlada puede ser el inicio de padecer una crisis asmática. Por eso, los pacientes con ambas afecciones, que no tienen un tratamiento de prevención durante esta época de cambios climáticos, están propenso a realizar un mayor número de consultas médicas, hospitalizaciones y consumo de medicamentos independientemente si son adultos o niños.
El manejo del paciente con síntomas de rinitis y/o asma debe hacerse de forma integral y de acuerdo con la gravedad general del síndrome. Las terapias respiratorias para tratar ambas enfermedades, considerando la vía respiratoria como una unidad, es el camino más acertado.
Para que los pacientes asmáticos mejoren su calidad de vida, les dejamos algunos consejos para poder controlar la enfermedad. ¡Presta atención!
1. Reciba atención médica regular para conocer qué origina su asma bronquial, qué lo empeora y cuál plan de acción lo puede controlar.
2. Siga paso a paso cada una de las recomendaciones médicas. Tome control de su estado y realice el tratamiento que le dan los especialistas de manera ordenada y consciente.
3. Conozca las áreas o distribución geográfica de las especies en polinización.
4. Infórmese sobre las medidas de prevención ambiental adecuadas.
5. Organice y limpie los ambientes que normalmente ocupa para evitar la propagación de bacterias y la suciedad ambiental, y así mejorar su la calidad de vida en su hogar.
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