Preste atención al enrojecimiento facial y evite problemas de piel más graves
Se estima que más de 40 millones de personas en el mundo padecen eritema facial persistente causado por Rosácea (condición de inflamación crónica de la piel), que se caracteriza por el enrojecimiento de la cara, generando un impacto psicológico negativo considerable, que les afecta su vida cotidiana.
Se estima que más de 40 millones de personas en el mundo padecen eritema facial persistente causado por Rosácea (condición de inflamación crónica de la piel), que se caracteriza por el enrojecimiento de la cara, generando un impacto psicológico negativo considerable, que les afecta su vida cotidiana.
El eritema facial lo pueden sufrir tanto hombres como mujeres, pero sólo el 10% de pacientes consultan a un dermatólogo, por lo tanto no son diagnosticados y muchos menos tratados de manera adecuada.
“Aunque no se conocen las causas exactas del Eritema facial persistente causado por Rosácea sí se puede determinar que en algunos casos son hereditarios y existen factores que pueden empeorar la afección, tales como: la luz solar, las comidas picantes, el consumo de alcohol, las bebidas calientes, el ejercicio físico, el estrés emocional y algunos cosméticos para el cuidado de la piel”, afirmó Juan Guillermo Pabón, médico dermatólogo.
Cuando una persona detecta que su piel se enrojece y este síntoma persiste, o se vuelve un rasgo característico permanente en esa persona, debe consultar a su dermatólogo, pues es importante entender si sufre o no de Rosácea y si ese enrojecimiento permanente, es un síntoma de esta enfermedad y así iniciar un tratamiento a tiempo.
El enrojecimiento que puede aparecer y desaparecer se presenta comúnmente en las mejillas, nariz, mentón y/o la frente y puede estar acompañado de picazón en la zona afectada. En algunos casos afecta el cuello, el pecho, el cuero cabelludo o las orejas y si no se trata a tiempo, este puede volverse persistente.
Consultar al dermatólogo a tiempo es la recomendación que se debe seguir. Los médicos aconsejan llevar un registro por escrito de cuándo aparece el enrojecimiento, con el fin de facilitar un correcto diagnóstico y adecuado tratamiento.