Técnicas sexuales: los secretos del sexo exótico
Hace muchísimos años, al otro lado del mundo, existían algunos trucos y técnicas sexuales de eficacia impecable.
Hace muchísimos años, al otro lado del mundo, existían algunos trucos y técnicas sexuales de eficacia impecable.
Tanto que, durante milenios, las mujeres han continuado recurriendo a ellos para aprender a disfrutar más y mejor del sexo sin necesidad de ser una contorsionista ni, mucho menos, una profesional del asunto.
Besos increíblemente estimulantes o antiguas recetas para perfeccionar el sexo oral... Toma nota de estas cinco erótico-exóticas:
El beso penetrante:
Esta técnica sexual es más excitante que cualquier otro beso normal porque simula el momento de la penetración. Coloca tu boca sobre la de tu chico, abre los labios y, despacio, mete y saca tu lengua. Igual que cuando hacen el amor, puedes alternar los movimientos suaves y lentos con otros más rápidos e intensos. Después, deja que sea tu pareja quien lleve la iniciativa e introduzca su lengua en tu boca. Para acabar, lame sus labios.
Éxtasis a dos manos:
La tradición tántrica de la India, con una antigüedad de 7.000 años, habla de un movimiento capaz de provocar una agradable sensación múltiple en la región pélvica de tu pareja. Gracias a un masaje en la zona del perineo (entre el pene y el ano), tu chico tendrá el orgasmo del siglo. Dile que se tumbe boca arriba con las piernas estiradas. Aplícate lubricante en los dedos y las palmas. Masajea la zona del perineo suavemente con los dedos de una mano mientras, valiéndote de la otra, subes y bajas desde la base hasta la punta del pene (recuerda que debes mover ambas manos a la misma velocidad y con idéntica presión). La combinación será explosiva.
Contraer y relajar:
No está muy claro si los orígenes de esta técnica sexual se encuentran en Asia, pero lo que sí sabemos es que consiste en contraer los músculos pubococcígeos (situados en la base de la pelvis).
Las japonesas que se preparan para ser geishas, por ejemplo, llevan bolas de jade de dos centímetros y medio de diámetro dentro de la vagina para ejercitar estos músculos, emplearlos durante la penetración y dar así mayor placer al hombre.
Por lo que a ti respecta, puedes contraer los músculos cuando tu chico empiece a penetrarte. Hazlo despacio, porque el secreto no radica en la velocidad, sino en la fuerza e intensidad. Cuanto más en forma estén tus músculos pubococcígeos, más potente será el orgasmo.
Kung-fu sexual:
Esta técnica sexual hacer referencia al Kung-fu sexual en la tradición taoísta, hace 3.000 años, y se trata de de retrasar la eyaculación masculina. Según los antiguos manuales eróticos, prolongar la excitación multiplica las sensaciones orgásmicas. ¿Y cómo se consigue?
Una opción es rodearle el pene con ambas manos, una encima de otra. Comienza a moverlas de arriba abajo al mismo tiempo que las giras sobre el pene en direcciones opuestas -la coordinación es importante- o las vas acercando hasta que se encuentren en la mitad del miembro, siempre preservando el movimiento circular.
A continuación, y muy despacio, fricciona el pene con tus palmas durante un minuto. La idea es llevarle poco a poco hacia el orgasmo y excitarle de forma constante sin que se acuerde del principio ni vislumbre el final.
La ola de la felicidad:
El tantra (conocido también como el yoga del amor) tiene múltiples beneficios; entre otros, el de relajar y energizar el cuerpo. En el antiguo Tíbet, las ilustraciones representaban a los dioses adoptando ciertas posturas sexuales tántricas que les llevaban hasta el nirvana.
Dile a tu chico que se siente con las piernas cruzadas y, a continuación, acomódate sobre su regazo y permite que te penetre mientras le rodeas la cintura con las piernas.
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